Tu lo que eres es un cabrón hijo de puta y una mamona.. ¿Que todos mis deseos se tienen que resumir en tres?¿por quién me estás tomando? ¿Que a Aladino le pareció bien? Aladino lo que es es una maricona. Conformarse con tres deseos cuando tienes un genio delante que además ha salido de una lámpara oxidada. !Vamos, y ahora el genio viene con restricciones!.
¿Yo te encuentro en una cueva por casualidad, te libero, y tú te pones tiquismiqui?.:"Te doy tres deseos...te doy tres deseso... soy un genio mágico pero sólo tengo magia para tres deseos, no para cuatro ni para cinco..." Aladino le tendría que haber dicho: "Genio, si lo sé no te destapo y te vas al mismo carajo, y me ahorro oir que todo lo que puedo esperar del futuro se limita a tres deseos.
Le hubiera dicho al genio que es tan cutre como los Reyes Magos, que nos adiestraron en renunciar, porque todos los juguetes que no incluíamos es sus cartas eran los que nos resignamos a no tener.
A veces le pregunto a las personas que hay a mi alrededor que esperan para ser felices y les basta con una semana de vida. La mayoría dicen que triunfar, enamorarse o tener dinero. Con tres días hemos resuelto eso. Te enamoras un día, triunfas otro y otro día te haces rico. O sea, que desean vivir sobre todo unos tres días, con tal de que pase eso. ¿Y entonces qué haran con el resto de la vida? ¿Qué esperamos de ella, si el genio de la lampara y los Reyes Magos ya nos dijeron que la oferta es limitada?
Como no suelo desear cosas imposibles, no dependo de genios ni magos.
Pero si les tuviera que hacer necesariamente un encargo les pediría solo un deseo: ser feliz los días que no me pasa nada.
Para explicarme es bueno saber que nací en los Remedios pero soy trianera. Puede ser que sea contradictoria y ambigua porque así lo dijo la probabilidad, la combinatoria o la genética (que al fin o al cabo son lo mismo). Puede ser que me tocara nacer y crecer entre dos trozos del mundo inmediatos y divergentes. Puede ser que los que hicieramos divergente a lo imediato fuéramos todos los contradictorios y ambiguos que crecimos allí...
LOS REMEDiOS.
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Boite o snack bar eran palabras inconcebibles dos calles más allá, cuando nací en ese barrio, pero allí ya existían. Los Remedios era un tercio norteamericano, un tercio madrileño y un tercio de sevillanos rancios emigrados del centro de la ciudad.
Los porteros de uniformes, los supermercados, las cafeterías y los cajeros automáticos eran como una marea de la modernidad que mojaban el serrín del suelo de las tabernas de Triana o del Arenal desde ese barrio pijo y extraño que le brotó a Sevilla en los 60.
Allí me concibieron y criaron un trianero y una madrileña ,entre avenidas de oficinas, calles comerciales, pisos con habitaciones para el servicio, parroquias modernistas y apellidos largos.
Conocí los locales de la calle Montecarmelo, tomé las patatas fritasde Sargent Pipper, las cervezas de la Maceta, y probé algo de los ochenta en los pubs.
En lo Remedios me dí cuenta que la vida me había dado permiso para ser atípica, quizás cuando escuchaba cantar a un rockero encorbatado y borracho, con gafas americanas de la base de Rota, católico, apostólico y sevillista...
TRIANA,
(LO MISMO QUE ANTES, DALE AL PLAY)
Triana estaba al lado y estaba dentro.Mi padre ya se encargó de lo último.
Por eso cuando pude elegir donde vivir, elegí Triana,
La Triana que me diseñó mi padre tenía una fábrica de hielo en una esquina, un tienda de carbones en otra y un patio de vecinos en medio. Vi a una preñá comer el caliche de una pared un mediodía de invierno que tomaba el sol con mi tía Concha, la gitana, en la puerta de su casa, después de hacer las faenas, la misma puerta que ayudé a valdear de agua alguna tarde verano, cerca de la Plazuela.
En la Iglesia de Santa Ana he visto casarse a mis hermanos, porque todos quisieron hacerlo alguna vez, menos yo. Pero allí en la Pila de los Gitanos, le eché el agua a mi niña y hace muy poco a mi ahijado, cuando Triana ya tenía el brillo metálico de los veladores y el clamor de los goles de las televisiones de plasma. Triana, la semiótica, donde algunas palabras llegan al mismo fondo de su significado, como "rincón" o "puente". Elegí la Triana brillante e impresionista que se refleja de noche en el río desde la calle Betis, y también el sopor y el ronroneo de los aires acondicionados de sus aceras en agosto. Elegí para criar a mi hija una calles donde siempre se vive en doble fila y se estaciona en prohibido o caminas sola mientras conversas con tus tacones.
Allí, al lado de donde nací, de donde procedía, comprendí que tenía la facultad de ser típica y la libertad de no serlo.
Hoy he dormido cuatro horas, más o menos como ayer o como antes de ayer.Desde que preparo los exámenes y araño la posibilidad de salvar alguna asignatura de ultima hora, como siempre, duermo cuatro horas cada dieciocho y de vez en cuando, cojo el metro, hago un exámen y vuelvo a empezar. Sigo un dieta estricta basada en el cafeina y nicotina, sustancias llamadas a ser ilegales alguna vez pero que hoy por hoy son los dos estimulantes de la comunicación neuronal más a mano que tenemos sin temor a que alguna autoridad te los requise. Pero hoy he soñado que volaba en globo. Me fuí a la cama con densidades tales como el nivel algorítmico de la percepeción y de repente un aire fresco me golpeaba la cara y mis cuerpo se mecía de pié en una canastilla. Sobrevolaba un pueblo, veía sus calles. Conmigo venía mi hija o mi hermana o las dos, o a ratos una y ratos la otra. Todo era nítido brillante y luminoso. Un pájaro volaba junto al globo, pero como iba a la misma velocidad, yo lo veía como congelado, con sus alas abiertas (Curiosamente,uno de los fenómenos de la percepción visual que había estudiado momentos antes, esas mentiras de nuestros ojos). Luego ya no recuerdo más que otros sueños confusos de alguna fiesta o una calle nocturna y húmeda, nada que ver..
Cuando he despertado le he preguntado a Google sobre sueños, volar, pájaros.. y me ha contestado esto:
Salí corriendo por el pasillo cuando me dijeron "Juanjo se ha mareado". Dejé a la persona que me lo decía con la palabra en la boca y salí corriendo y al llegar a la zona de los ascensores me lo encontré sentado en el sofá con los ojos semicerrados mientras David le abanicaba. "Ay, que blanco estás" le dije e inmediatamente me arrepentí de decirlo. Fueron llegando más compañeros. Todos estábamos perplejos. Algunos empezaron un rosario de preguntas : "¿Has comido? ¿Te duele algo? ¿Te late el corazon?.". Otros le tomaban sucesivamente el pulso, intentaban subirle las piernas al sofá, o le tocaban el sudor frío de sus sienes. Antonio y yo abrimos las puertas de las escaleras y metimos periodicos atrasados debajo para que no se volvieran a cerrar. En la empresa hace calor, mucho calor y humedad, porque un disparatado y políticamente correcto plan de austeridad ha restringido el aire acondicionado. Juanjo es el realizador del informativo del que soy productora. Trabajamos cada día codo con codo, a veces en medio de la prisa y la tensión, a veces en medio de la risa y de la confidencia. Se agolpan los compañeros en ese momento en torno a él que no mejora, que contesta con los dedos, que apenas puede hablar. Es hora de llamar a algún médico y a su mujer, que trabaja en otro edificio de la misma empresa. Me aparto un poco, Creo que somos demasiados, que podemos agobiarl. Aguien me dice que viene el 061 ya. Entonces pensé "¿Y si se estuviera muriendo?" Y sentí como si una mano empujara mi pecho fuertemente, una sensación de que a los pulmones les costara llenarse de aire, En ese instante comprendí que no somos concientes de la fragilidad de todo lo que nos rodea, Que no estamos despiertos para reconocer en cada minuto como nuestra vida está llena de caras y voces, de olores y formas que destinamos al fondo, siempre al fondo. Entendí cómo nuestro amor se reparte, se fragmenta, en una jerarquía de planos en el que ninguno es insignificante y en el que muy pocos son significativos. Que son, en demasiadas ocasiones , más prioritarias las ausencias que las presencias. Pero la lucidez que otorga a la mente los sustos me prodigó una idea repentina, una especie de revelación, un insight labrado en algunas noches de estudiar el sistema nervioso. Entre los cuerpos de compañeros tensos, la palidez, la sudoración y la apariencia de aplomamiento de las extremidades de Juanjo me inspiraron una hipótesis: ""Tiene una reacción vagal. No se va a morir.. por lo menos hoy" Yo no estaba segura. No soy médico, sólo estudiante de psicología. Pero sé del sistema nervioso más que la media de la población y además ese pensamiento apartó la invisible mano que empujaba mi pecho y permitío que respirara hondo. "Lo mismo es sólo una reacción vagal" dije en voz alta. Varios me miraron y alguno preguntó " ¿El qué?" "Una reacción vagal, un cuadro que produce el sístema parasimpático en algunas situaciones, lo mismo que sufren algunos soldados en los desfiles o lo que les pasa a algunas personas cuando ven sangre o le dan una mala noticia de repente. Aquí hace demasiada calor y humedad y Juanjo lleva ya dos horas sin moverse de la mesa de sonido..." Yo comprendo que no me comprendan. Incluso agradezco que me escuchen sin comprenderme. Sé que les doy a los que me rodean infinitas posibilidades de practicar la paciencia. Llegó María José, la mujer de Juanjo, casi a la vez que el personal sanitario que desplegó todo un catálogo de instrumentos para comprobar qué le ocurría a mi compañero. Yo me fui a fumar con mi susto y mis revelaciones. Cuando volví, los del 061 ya se iban y no se llevaban a Juanjo que seguía pálido y sentado. ¿Qué han dicho? Y María José me contestó "Es un presíncope vasovagal, o algo así, no es peligroso en principio.." Lo peligroso, lo grave (pensé yo mientras le sonreía) es estar sordos, desmayados, desplomados, desfallecidos.. ante una realidad que nos envuelve y arropa, ante una vida que nos habla y nos indica, ante un pensamiento que se vuelve nítido cuando la vida decide de repente que es hora de espabilarnos.
Sandra tiene los ojos muy similares a los de su gato, pero el gato tiene la piel blanca con manchas pardas y la de Sandra es oscura por el sol. Sandra es puta, Su nombre de puta es Mía.
Estoy cenando en casa de Sandra con mi amiga Isabel. El por qué estoy cenado con dos amigas. una de ella puta profesional. se puede remontar a la historia desde qué nací... y también a desde que hubo la primera puta.. Las dos condiciones son necesarias para que yo cene el sábado por la noche con una puta profesioanal. Y ninguna es menos inocente.
Nosotras llevamos calabacines, gazpacho y vino del Opencor. Ella nos espera con una ensalada griega y Pavarotti,
Ya antes de cenar, Mía me ofrece la primera raya, y le digo que no. Ya después de cenar, le ofrezco un porro ella me dice. "No, no me sienta muy bien. ¿Quieges tu una gaya? (Mía es alemana, y Sandra también), Y le digo. "No, no vaya a sentarme bien".
Al rato, en la conversación de las tres, sigo los movimientos de Sandra, cada vez más ingrávidos y ágiles, como el de un gato que cae o un bailarín que salta y me pregunto si la coca vuelve así sus músculos o el cannabis mis ojos...
Y así sigo preguntándome si no será lo extraordinario mi ignorancia de su vida y lo normal su vida misma.
Dejé de lado a la de periodismo que pregunta y la del psicología que intepreta.Unicamente permití esa noche a la escritora que calla y observa, la exceptica, la abierta..
Y ninguna es menos inocente...
A la amiga que me regaló este ave maría mientras caía la tarde que siempre cae a la espalda, en el mar nuestro.