28 de Mayo 2004

Ahora vuelvo

Esta que es trianera y sevillana se va hoy a hacer el camino. Pero no el del Rocío, sino el de Santiago.
Y es que no se puede adjudicar tópicos a las personas por el lugar en que ha nacido ni juzgar a ningún hombre por el tamaño de su móvil.
Ahora vuelvo.

Escrito por La caminante a las 4:09 PM | Comentarios (1)

22 de Mayo 2004

Dios es un gran diseñador

Eso pienso cuando miro a mi gata.

Escrito por La caminante a las 2:47 PM | Comentarios (3)

21 de Mayo 2004

Me encanta Letizia

A Dios pongo por testigo, que quisiera conocer al guionista de neuronas burbujeantes que ha diseñado semejante personaje para que invada de esta manera incontenible las paradas de autobuses, las salas de espera de los ambulatorios, los fondos de armarios, los rayos catódicos, las tiendas de todo a un euro, las mentes malidicentes, los corazones ingenuos, los ideales trasnochados, las lentes convergentes , los atascos madrileños y los presupuestos públicos, entre otros ámbitos...
Me topé por vez primera con ella en un kiosko, una mañana de tendinitis y baja laboral. Se asomaba adusta y televisiva por la portada de un "Pronto" rubricada por el anuncio de su compromiso. La comadre que llevo dentro pegó su nariz y el fruncido de sus cejas al cristal del puesto de prensa con toda la inquisición a la que me autoriza mi calidad de contribuyente. "Muy mona", me dije renunciado a calcular a cuanto me saldría en mis impuestos el milímetro de esbeltez.
La Casa Real ha sido desde mi óptica como esas gotas de lluvias que empañan mi ventana pero que dejan los tiesto de geranios muy exuberantes, una mezcla entre bien y mal menor. El entusiasmo se empezó a gestar cuando supe que la próxima reina de España iba a ser una colega del gremio. "Llevan razón los detractores de mi profesión, los periodistas no observamos límites con tal de conseguir nuestros propositos" tuve que reconocer cabizbaja, pero con la boca pequeña, eso sí.
Por supuesto que me enterneció la melaza de los detalles de esa niña que hacía los deberes en los estudios de Radio Nacional de España, sobre todo porque mi propia hija me ha acompañado cuando he grabado programas en la radio pública autonómica en la que trabajo. Ahora bien, mi niña de nueve años no se lleva las libretas sino la game, y en vez de hacer tareas se revuelca sobre la moqueta mientras yo entrevisto a algún incauto. Los sesgos del destino se originan en estas cosas. Una simple y apetecible moqueta puede apartar a una joven doncella de la realeza europea...
Me empezó a entusiasmar ese pasado off de record del universo internauta: un hombre casado en México y un profesor de literatura, posterior marido y escritor, obligado de ahora en adelante sólo a dar cuenta de la ficción. Un escritor avocado a no contar nunca nada que sea "real", que increible jugarreta del lenguaje y del destino...
Fue eso lo que me indujo a pensar que quizás estuvieramos ante la creación de un guionista desparramado. Eso y el tirón del mangas a su Alteza, para que no le robara protagonismo en su puesta de largo, de pantalones largos. "No me lo puedo creer.. ¿Qué mariquita venezolana puede estar detrás de esta maravillosa puesta en escena?" Me preguntaba yo mientras batía el huevo de la tortillita francesa de mi hija observando el telediario de la cinco. Después de eso vino el incunable de Larra, la prima Abigail, las "chuletas" en la Uned de la madre sindicalista, los tirones de moño con Peñafiel.
Pero el momento culminate llegó un sábado por la mañana en que sonó mi movil y unos amigos desde el puente de Triana me incitaban a que me uniera a una manifestación convocada por el Ateneo Republicano de Sevilla con sus posteriores birras. Entonces yo me subí a mi mesa camilla y a riesgo de quebrar el cristal que la culmina, grité como si fuera un colaborador de un late-night cualquiera: "Estamos ante un momento históricooooo" con el consiguiente respingo erizado de mi gata.
La otra mañana, un compañero gay y yo recorríamos la redacción imitando la torción de Letizia en la boda danesa con el increible traje rojo que hubiera sido digna covertura de una Angelina Jolie oscarizada o de una Scarlata O'hara dspuesta a desafiar a la bien pensante sociedad de Atlanta. Nos alternábamos en los papeles de príncipe y prometida, uno con más acierto en una semblante triunfante y otra con mas precisión es la divergencia entre parte inferior del cuerpo, que camina y parte superior, que se ofrece al mundo, a los cuartos de revelados, a las tertulias y a los patios de vecinos..
Luego fuí a la delegación de hacienda a cumplir con mi deber contribuyente. Como soy tratada con delicadeza por el fisco por ser cabeza de familia monoparental y asalariada hipotecada, me dejé llevar por el entusiamo de mi devolución y me ofrecí sobre la marcha a donar algún euro para la boda o para el ajuar, para alguna guirnalda o una albombrilla de baño, algo que correspondiera a lo bien que me lo estaba pasando que "no estaba pagao con ná".
El funcionario de hacienda me explicó que aquello era tecnicamente imposible y lo abandoné en su perplejidad mientras me alejé de su mesa con las piernas caminando para un lado y mi torso en un ligero escorzo dirigido hacia él para impresionarle un poco. Mi escote no era "palabra de honor" ni mis hombros estaban envueltos en tul, pero mi camiseta de cortefield lucía un estupendo cuello a la caja

Escrito por La caminante a las 1:53 AM | Comentarios (1)

18 de Mayo 2004

El sol

He salido con prisa y con agobio de mi casa, para comenzar el día. Salía cargada de cosas por resolver y de urgencias. Me he cruzado con una niña pequeña que iba de la mano de su padre. Estaba cantando una canción improvisada con bastante entusiasmo: "Ya ha salido el sol, ya ha salido el sol, ya ha salido el sol..."
Y era cierto, había salido el sol, de luz oblicua, de esa que se distribuye por las esquinas y pinta todo de amarillo pálido. Pinta el humo, las piedras y la misma prisa. Yo no lo había visto, pero ella sí y le cantaba.
A mí me ha hecho gracia y me he reído. La he visto alejarse practicamente colgada de la mano de su padre, trasportando una mochila por la que rebosaban rayos de luz amarilla y algunas carcajadas.

Escrito por La caminante a las 8:27 PM | Comentarios (0)

15 de Mayo 2004

Los pasos

Ya queda muy poco, algo más de dos semanas, para que comience mi camino a Santiago. Me sorprende que dentro de esta maraña que es mi vida en esta etapa: hija, trabajo, estudios, etc... sea justo ahora cuando se haga realidad algo que se encendió en mi mente cruzando un semáforo hace tres años: "¿y si hago el camino de Santiago?". Me acuerdo de aquel momento. No recuerdo la hora, pero recuerdo la calle. Era la calle de mi madre. No recuerdo el día, pero recuerdo el mes, era abril. Y sobre todo recuerdo la desorientación de mi ánimo. ¿Que si he mejorado?. He hecho cosas, muchas cosas, de esas que la gente llaman mejoras. Si, creo que sí, que he mejorado, pero no porque la suerte me cogiera de la mano para hacerme regalos de los que solapan las cosas que no te gustan, sino porque no quise detenerme a lamentarme, aunque porque no me detuviera, dejara de existir el lamento. He hecho cosas y he aprendido. No estoy contenta, pero soy alegre. No puedo ser de otra forma, me pasa como al escorpión..
En aquel semáforo dí un primer paso. Cada paso es el primero de un camino, porque los caminos existen y se recorren independientemente de qué uno haya elegido esa trayectoria; eso es lo malo, y lo bueno...
Ahora pienso de forma concreta en lo que empezó algún día como una abstracción. Cuento días, kilómetros y kilos para algo que alguna vez fue sólo una intención o una apetencia, pero entre los mapas y los volúmenes se me enredan las ideas, que al fin y al cabo son las que mandan, la que mueven y las que frenan.
Me enfrento primero a una excitante paradoja: la paradoja de la mochila.
El peregrino debe cargar en sus espaldas sólo aquello que le sirva. Pero como no manejamos bien el lenguaje, metemos lo que necesitamos.
¿Qué necesitamos? Aquello de lo que creemos que dependemos para estar bien. Pero eso pesa y será el peso lo que nos haga más vulnerables en el camino y nos haga sentir peor. Por lo cual, lo que creemos que nos previene, en realidad nos expone.
Ese es uno de los pasos de este camino, diferenciar lo que me sirve a mí y lo de que yo dependo.
Me pregunto también cuando comienzo el camino. Si empezó en aquel semáforo donde se tradujo en ocurrencia o en el momento el en que me desorienté y tomó naturaleza de idoneidad.
Eso me lleva al binomio "quiero-puedo". El camino, físicamente, comenzará el próximo día 28, en teoría, el día que puedo.
¿Pero es así, realmente?.
Creemos que para poder hacer las cosas se tienen que dar las circunstancias. Esto es absurdo: "Para poder hay que poder". Un pensamiento inútil y esclavizante.
"Me compré una casa cuando pude hipotecarme". Cuando el que se hipoteca lo hace porque no puede comprarse una casa. ...
"Tendré un hijo cuando pueda", dice un adulto que lleva muchos años de permiso biológico, el único imprescindible, para tener hijos.
Decimos que no podemos cuando no queremos, de la misma manera que decimos que no queremos cuando no podemos.
Esto me lleva a pensar, que si empiezo a caminar no es porque pueda, sino porque quiera.
De estas ecuaciones deduzco de que estoy a punto de hacer algo que realmente quiero.
De lo que se deduce que o bien hago lo que realmente quiero, o que realmente hago lo que quiero. Cuya conclusión es la siguiente: soy libre, quiera o no, soy libre.

Escrito por La caminante a las 1:42 AM | Comentarios (2)

8 de Mayo 2004

Como una bruja

Esta mañana me he despertado varias veces pero he insitido en dormir más y más por ver si exorcizaba ese terrible cansancio que me ha acompañado toda la semana. He conseguido llegar a la meta de las doce menos cuarto del mediodía y eso que anoche no salí ni la "visita" se quedó a dormir. Solo tengo dos cosas obligatorias que hacer de aquí al domingo,ya que mi hija no está, estudiar y recoger la mochila que mi tío me va a prestar para hacer el camino de Santiago dentro de un mes. Todavía no he hecho ninguna pero aún es pronto.
Me habré despertado unas cuatro veces, desde la siete que es la hora habitual entre semana. Cada vez que me despertaba, veía la cara de mi gata observandome minuciosamente. Todas la veces me he despertado en distinta postura y localización, pero la gata siempre estaba ahí, atenta. Ella sabe que no debe despertarme, cosas del "condicionamiento operante", porque en el año y medio de vida que tiene, cada vez que lo hizo, atravesó volando la habitación. Lo que no he conseguido es que deje de subirse a la cama ni que le muerda el dedo gordo del pie al que me acompaña de vez en cuando. Pero es cosa sabida que los gatos son difíciles de adiestrar, de ahí que me gusten tanto.
Dediqué un periodo de mi tiempo a un cretino que no le molestaba tanto los ataques nocturno a los dedos de su piés como que yo quisiera a mi gata con esta impúdica desmesura, porque decía que había muchos niños en el mundo necesitados de ayuda... Por supuesto, el cretino, por esta y otras razones, fue debidamente desaparecido de mi vida.
Son pocos los que comprenden mi relación con mi gata: mi hija, mi madre y poco más.
Pero esta mañana, ahíta de descanso como no hacía tiempo, y observada con detalle por los ojos amarillos de mi gatita negra recordé las palabras de un amigo escritor, muy conocido por muchos : "sería usted, en otro tiempo, pasto de las llamas de lo políticamente correcto, o en otro caso, una perfecta pastilla de jabón". Estos escritores se explican tan bien que dan cosa..
Lo se, lo se.. una mujer medio gitana que vive sola con una hija y un gato negro, que si.. que lo se.. (afortunadamente, parece, nací en los años sesenta)
Cuatro, (así se llama mi gata), duerme enroscada en este momento muy cerca de mí. Me dan tentaciones de acercar mi cara a la suya y que cuando se despierte vea mis ojos marrones escrutándola. Sólo por corresponder.

Escrito por La caminante a las 3:08 PM | Comentarios (1)

7 de Mayo 2004

Cuatrocientas letras

"No llamaré a mi compañera niñata" copiado cien veces. Ese es el castigo que han puesto en el colegio a mi hija de nueve años por razones evidentes. Ella está furiosa. No sólo ha sido castigada, que ya es enfurecedor, sino además injustamente, me cuenta. Empezó su compañerita llamándola gilipollas. Su narración no se remonta más atrás ni yo se lo pido, por si acaso. Le pregunto si sólo la han castigado a ella y me cuenta que no, que la contrincante también ha sido condenada a renegar de su insulto cien veces por escrito. ¡Pero es que no es justooo...! apostilla. Yo no sé que decirle, porque todo me suena. Puedo decirle que insultar está mal, pero ella ya lo sabe y si la trato como una gilipollas estaré dando la razón a una borde precoz que en otro lugar del barrio se estará lamentando a alguna madre de un castigo injusto.
Yo amo a mi hija de una forma indecente y por eso, en ese momento no me dá la gana de enseñarle los límites del bien y del mal, ni los formatos de lo correcto, ni los contornos de los adecuado, ni la senda del honor, ni los mapas de éxito. Sólo quiero que se sienta mejor y le digo. "Pero "gilipollas" tiene cuatro letras más". Y mi hija, haciendo uso de toda la capacidad de irreverencia que he podido inculcarle en nueve años me contesta: "Mamá, dejate de cachondeo". Me gustaría contarle que todo esto es muy serio para mí, pero como ella no está para que yo me explique a mí misma ni cual es mi sistema de valores, me limito a hacerle notar que si la otra niña tiene que escribir una frase con cuatro letras más, multiplicado por cien son cuatrocientas letras de diferencia . No tuve que añadir nada más, la cifra 400 es suficiente argumento para una niño, ellos, que no se quitan de la boca la palabra "cuanto". Cuatrocientos carácteres haciendo justicia por su cuenta, llas, llas, llas, llas...un regalo del destino. Envalentonada comenzó su proceso de escritura automática, escribiendo por prescripción académica lo que no debía volver a pronunciar,... estos educadores...
Camino por el pasillo hacia el ordenador a estrenar un blog y me pregunto si no seré una irresponsable. Siempre me pregunto lo que sospecho.
Y justo antes de que mi mente me conteste lo que ya sé, me sorprendo buscando en mi vocabulario insultos cortos, por lo que pueda pasar.

Escrito por La caminante a las 8:50 PM | Comentarios (6)

5 de Mayo 2004

Voy

Voy hacia el camino.

Escrito por La caminante a las 7:50 PM | Comentarios (3)