El mensaje se mueve entre las moléculas y te lame la oreja.
Una canción infantil cruza el patio y tu inocencia
Una película de amor te deslumbra una noche de verano
El diario es algo donde todo se parece aunque necesariamente sea nuevo.
Hay una vida de oído..
Tu mensaje se va a perder en el murmullo. Tus momentos únicos no le importan a este mar.
La voz de tu canción infantil, la rodilla de tu cine de verano, son el salpicar de la espuma de una ola. Tu conmoción diaria sólo es movimiento, no es forma.
No se puede firmar nada si somos honestos. porque las letras de un texto no son su autor.
Somos fonemas y sinemas buscándose para tener sentido, desconfiando del Dios de la gramática. Así somos, a veces buscadores revueltos que hacen espuma u observadores atentos que se abandonan a la marea.
Y de eso, se compone la inmensidad.