El mensaje se mueve entre las moléculas y te lame la oreja.
Una canción infantil cruza el patio y tu inocencia
Una película de amor te deslumbra una noche de verano
El diario es algo donde todo se parece aunque necesariamente sea nuevo.
Hay una vida de oído..
Tu mensaje se va a perder en el murmullo. Tus momentos únicos no le importan a este mar.
La voz de tu canción infantil, la rodilla de tu cine de verano, son el salpicar de la espuma de una ola. Tu conmoción diaria sólo es movimiento, no es forma.
No se puede firmar nada si somos honestos. porque las letras de un texto no son su autor.
Somos fonemas y sinemas buscándose para tener sentido, desconfiando del Dios de la gramática. Así somos, a veces buscadores revueltos que hacen espuma u observadores atentos que se abandonan a la marea.
Y de eso, se compone la inmensidad.
El mensaje se mueve entre las moléculas y te lame la oreja.
Una canción infantil cruza el patio y tu inocencia
Una película de amor te deslumbra una noche de verano
El diario es algo donde todo se parece aunque necesariamente sea nuevo.
Hay una vida de oído..
Tu mensaje se va a perder en el murmullo. Tus momentos únicos no le importan a este mar.
La voz de tu canción infantil, la rodilla de tu cine de verano, son el salpicar de la espuma de una ola. Tu conmoción diaria sólo es movimiento, no es forma.
No se puede firmar nada si somos honestos. porque las letras de un texto no son su autor.
Somos fonemas y sinemas buscándose para tener sentido, desconfiando del Dios de la gramática. Así somos, a veces buscadores revueltos que hacen espuma u observadores atentos que se abandonan a la marea.
Y de eso, se compone la inmensidad.
El mensaje se mueve entre las moléculas y te lame la oreja.
Una canción infantil cruza el patio y tu inocencia
Una película de amor te deslumbra una noche de verano
El diario es algo donde todo se parece aunque necesariamente sea nuevo.
Hay una vida de oído..
Tu mensaje se va a perder en el murmullo. Tus momentos únicos no le importan a este mar.
La voz de tu canción infantil, la rodilla de tu cine de verano, son el salpicar de la espuma de una ola. Tu conmoción diaria sólo es movimiento, no es forma.
No se puede firmar nada si somos honestos. porque las letras de un texto no son su autor.
Somos fonemas y sinemas buscándose para tener sentido, desconfiando del Dios de la gramática. Así somos, a veces buscadores revueltos que hacen espuma u observadores atentos que se abandonan a la marea.
Y de eso, se compone la inmensidad.
Así son las cosas. Crees que nadie te lee, y un día decides no escribir más. ¿son así las cosas de verdad?
Escrito por Anonymous a las 6 de Octubre 2010 a las 05:17 PMTe lee incluso el que no debería asomarse
Escrito por Anonymous a las 19 de Octubre 2010 a las 11:53 PMyo te leí, y creo que eres la persona a la que más me gustó leer, en red, y te echaba de menos, venía a recordarte que un día tomé una etapa tuya de tu camino, porque yo me ausenté de ella y quería que una mujer, también una mujer, contase como era... ahora voy a volver a leerla. Leerla de otra manera. Espero que estés muy bien. Eso te deseo :-)
Escrito por Camín a las 16 de Febrero 2012 a las 02:10 PM