Mi madre me ha comentado que mi hermana le ha contado que su ex marido le ha dicho que es la última vez que alguien le cambia sus planes a la hora de recoger a su hijo y la última, también, que se lo entregan tan sucio.
"Imbécil", pensé. "Qué le vamos a hacer..." dije.
El niño no estaría solo sucio, posiblemente estuviera pegajoso también. El único que le cambió los planes a su padre fue él, porque quería ir a la feria con su abuela y sus primos y que yo los buscara para montar en las atracciones y comprar guarrerías pringosas y sin embargo comestibles. En los coches de choque, él y los demás se ensañaron con el mío, mientras Luis utilizaba toda su pericia en esquivarles y yo me partía de risa a su lado diciendo..."niñooos...mis cervicaaaaleees, juaaaaaaa, jajajajaja". Tiramos a las latas para ganar unos míseros llaveros, nos montamos en el Ratón Vacilón y tuvimos un fin de fiesta lleno de chorreones en el puesto de gofres y granizadas. Luego, hice el reparto en la caseta: dos para su padre que es mi hermano y otros dos, el pegajoso y mi hija, para su abuela que es mi madre, que a su vez, tenía que hacer inmediatamente la entrega de éste primero..
Y a continuación seguí mi noche, la que culminé con Luis y Leandro, a altas horas, en el pub irlandés de la Plaza de Cuba, rebañando con el dedo índice los platos donde estuvieron dos porciones de una gloriosa tarta de chocolate, en un arrebato de glotonería noctámbula.
No me dolía en absoluto el cuello, pero sí la mandíbula...
Resulta que lo hicimos mal. Hay a quien todas estas cosas le parecen inadecuadas, porque los niños se ensucian y hay que lavarlos y si no se cumplen los horarios de visitas estipulados puede pasar que alguien sienta que no se hace respetar aunque le devuelvan a un niño polvoriento, churretoso y agotado, pero feliz.
Esas personas piensan que a los niños hay que darles normas y estudios, para garantizarles un bienestar con número de serie.; que completarán lo que ellos no abarcaron, que saldarán sus cuentas . Y mientras tanto, lo niños sólo quieren una granizada con azúcar, porque en muchos momentos, lo que tienen no son expectativas, sino sed.
La revolución más efectiva tendría que empezar en una cuna, en un jardín de infancia... y sería lenta. Habría que construir un cortafuegos para esa red de frustraciones, de deseos insatisfechos y cuentas pendientes, para que no alcancen a las manos y los ojos que estrenan el mundo. Que nadie los distraiga con sus urgencias y condiciones. Hay que dejar que los niños pisen los charcos grises de las ciudades, y la arcilla roja del campo.
Mi sobrino, el pegajoso, quiere que yo le haga las pizzas, porque al fin y al cabo, lo que amaso es pan, y el paladar de un niño sí nota esa diferencia.
En una cocina que huele a pan siempre querrá estar un niño.
Cada vez tengo más edad y menos vanidad, gracias a Dios:(por las dos cosas).
Percibo más claramente cómo funciona esta correa de transmisión de la vida. Las mejores huellas que dejamos se difunden sin rúbrica.
Al mundo no lo dejamos intacto, aunque ninguna enciclopedia reconozca nuestro nombre propio, si alguna vez supimos entender a un niño,
Existe un tesoro que nunca se pierde en el fondo de los mares.
Hay bienes inexpropiables.
De todas las cosas que puedas dar a alguien, sólo algo permanecerá por muy obtusas que sean las curvas.
Dótale a un futuro adulto de un buen recuerdo y dejarás tu firma en esta revolución, tan larga y lenta...
que decir?
a mi medio me frustraron ,s iemrpe fui el adultito d la casa... por eso no quiero tener niños, porque me considero incapaz de satisfacerlos... no hay muchoq pueda darles en realidad, infancia vacía. :-)
Me ha gustado esa frase de que "en una cocina que huele a pan" siempre querrá estar un niño. De pronto me han traído esos olores irrecuperables de la infancia. Besitos.
Escrito por elbucaro a las 3 de Mayo 2006 a las 06:25 PMHermOsO Caminante... Dichoso cualquier niño a tu lado :) y en efecto mejor adulto todo niño dichoso :) Gracias
Escrito por mOe:) a las 3 de Mayo 2006 a las 08:08 PM"Al mundo no lo dejamos intacto, aunque ninguna enciclopedia reconozca nuestro nombre propio, si alguna vez supimos entender a un niño."
Tan verdad y tan dura en la contraparte. Tampoco lo dejamos intacto si no hacemos el esfuerzo para entender o nos desentendemos de los niños. Pero ese toque es muy distinto del que tú citas, ¡y tan duro comprenderlo!
Hoy no estoy muy positivo, ¿se nota?
"Hay bienes inexpropiables".
Pero hay quien intenta por todos los medios de que no los disfrutemos, por tensión, por miedo, por chantaje, imponiendo la presencia de la tristeza y del conflicto.
Aunque la mirada de un niño feliz y agradecido cura las heridas del ánimo con una facilidad asombrosa.
:***
Cuando te leo te siento cerca, y es cuando más te echo de menos.
Espero que nos veamos pronto.
:*
Escrito por RaveN a las 5 de Mayo 2006 a las 04:13 PMSi, las tias son las ways que no se tienen que ocupar de su educación dia a dia y que saben regalarles un día mágico..
Escrito por mer a las 6 de Mayo 2006 a las 08:17 PMLástima que la mayoría gastemos media vida en percatarnos de todo eso. Qué fácil es vivir y cuánto lo complicamos...
Yo me confieso una tía permisiva con mis sobrinas, a las que cuido. Alguna vez que otra les digo, cuando están que pringan de chupa chups o de chocolate, de esta vuestro padre me despide... Pero es que está tan bueno el chocolate y a mi me gusta tanto...tanto como besar la cara llena de churretes de mis sobrinas...
Un abrazo, Caminante. Un placer verte por "mi casa"
...No me hace falta hacerme vieja para adquirir conocimiento o diferentes maneras de ver la vida,leerte cada dia me hace sentir como propias tus experiencias. Gracias y sigue escribiendo.Para mi,es un placer leerte.
Escrito por teresa a las 13 de Mayo 2006 a las 12:37 AM... y sobre todo, que jueguen en la calle. Qué necesario es!
Este post lo debería leer el pade del niño sucio-pegajoso: quizás aprenda ciertas cositas.
Escrito por once a las 7 de Junio 2006 a las 02:27 PM