Me gusta estar con los niños. Este sábado nos fuimos al Nervión Plaza a ver películas, Alfonso, Jose Manuel y mi hija. Alfonso habla poco y bajo, sonríe siempre fugazmente. Tiene doce años. Lleva un tiempo con una voz quebrada y hueca.
Jose Manuel es como un dibujo bello y endiablado. Tiene ocho años de belleza y chispeante inteligencia que le hacen divertido, inquietante y provocador.
Mi hija es una metamorfosis de siluetas a la que parecen pesarle los brazos mientra se le afina paulatinamente la cintura. Mi hija estrena relámpagos sobre las ojeras....
Cuando se viaja en taxi de noche en la ciudad lluviosa, los colores se reparten y lagrimean por la ventanilla. Sobre la nebulosa del vaho, recorren su camino el rojo y el azul cobalto...
A los niños, en el asiento, parece estorbarles todo: los paraguas, sus chaquetas alcolchadas, la noche, las luces, la lluvia, su voz y sus nombres...
Un billete rígido de cinco euros y niños que se precipitan sobre la acera roja y azul cobalto de la ciudad.
Jose Manuel quiere subir por una escalera mecánica que no funciona.
Mi hija tira de mi manga y tuerce el paraguas que pelea con el viento.
Alfonso camina delante, callado y mojado, silencioso.
Con los ojos nublados de colores húmedos, en la taquilla decidimos películas. El más pequeño se distrae y se aparta. Desde la ventanilla tumultosa grito a Alfonso y a María que lo capturen y "tres para la "Pantera rosa" y una para "Truman Capote", por favor..."
Rebaño monedas frías de mi bolso que se convierten en volcanes de maiz exuberantes. ...
A la salida , corremos por la acera porque hemos visto un taxi libre. Un estrella de muchas puntas verdes en un camino de destellos rojos y azul cobalto.
Bajo el tejido acolchado de sus chaquetas los niños tiritan y preguntan que hay para cenar. Arrecian la lluvia y la noche sobre la ciudad.

Me gusta estar con los niños. Este sábado nos fuimos al Nervión Plaza a ver películas, Alfonso, Jose Manuel y mi hija. Alfonso habla poco y bajo, sonríe siempre fugazmente. Tiene doce años. Lleva un tiempo con una voz quebrada y hueca.
Jose Manuel es como un dibujo bello y endiablado. Tiene ocho años de belleza y chispeante inteligencia que le hacen divertido, inquietante y provocador.
Mi hija es una metamorfosis de siluetas a la que parecen pesarle los brazos mientra se le afina paulatinamente la cintura. Mi hija estrena relámpagos sobre las ojeras....
Cuando se viaja en taxi de noche en la ciudad lluviosa, los colores se reparten y lagrimean por la ventanilla. Sobre la nebulosa del vaho, recorren su camino el rojo y el azul cobalto...
A los niños, en el asiento, parece estorbarles todo: los paraguas, sus chaquetas alcolchadas, la noche, las luces, la lluvia, su voz y sus nombres...
Un billete rígido de cinco euros y niños que se precipitan sobre la acera roja y azul cobalto de la ciudad.
Jose Manuel quiere subir por una escalera mecánica que no funciona.
Mi hija tira de mi manga y tuerce el paraguas que pelea con el viento.
Alfonso camina delante, callado y mojado, silencioso.
Con los ojos nublados de colores húmedos, en la taquilla decidimos películas. El más pequeño se distrae y se aparta. Desde la ventanilla tumultosa grito a Alfonso y a María que lo capturen y "tres para la "Pantera rosa" y una para "Truman Capote", por favor..."
Rebaño monedas frías de mi bolso que se convierten en volcanes de maiz exuberantes. ...
A la salida , corremos por la acera porque hemos visto un taxi libre. Un estrella de muchas puntas verdes en un camino de destellos rojos y azul cobalto.
Bajo el tejido acolchado de sus chaquetas los niños tiritan y preguntan que hay para cenar. Arrecian la lluvia y la noche sobre la ciudad.

La caminante: Pequeños placeres.

3 de Marzo 2006

Pequeños placeres.

Me gusta estar con los niños. Este sábado nos fuimos al Nervión Plaza a ver películas, Alfonso, Jose Manuel y mi hija. Alfonso habla poco y bajo, sonríe siempre fugazmente. Tiene doce años. Lleva un tiempo con una voz quebrada y hueca.
Jose Manuel es como un dibujo bello y endiablado. Tiene ocho años de belleza y chispeante inteligencia que le hacen divertido, inquietante y provocador.
Mi hija es una metamorfosis de siluetas a la que parecen pesarle los brazos mientra se le afina paulatinamente la cintura. Mi hija estrena relámpagos sobre las ojeras....
Cuando se viaja en taxi de noche en la ciudad lluviosa, los colores se reparten y lagrimean por la ventanilla. Sobre la nebulosa del vaho, recorren su camino el rojo y el azul cobalto...
A los niños, en el asiento, parece estorbarles todo: los paraguas, sus chaquetas alcolchadas, la noche, las luces, la lluvia, su voz y sus nombres...
Un billete rígido de cinco euros y niños que se precipitan sobre la acera roja y azul cobalto de la ciudad.
Jose Manuel quiere subir por una escalera mecánica que no funciona.
Mi hija tira de mi manga y tuerce el paraguas que pelea con el viento.
Alfonso camina delante, callado y mojado, silencioso.
Con los ojos nublados de colores húmedos, en la taquilla decidimos películas. El más pequeño se distrae y se aparta. Desde la ventanilla tumultosa grito a Alfonso y a María que lo capturen y "tres para la "Pantera rosa" y una para "Truman Capote", por favor..."
Rebaño monedas frías de mi bolso que se convierten en volcanes de maiz exuberantes. ...
A la salida , corremos por la acera porque hemos visto un taxi libre. Un estrella de muchas puntas verdes en un camino de destellos rojos y azul cobalto.
Bajo el tejido acolchado de sus chaquetas los niños tiritan y preguntan que hay para cenar. Arrecian la lluvia y la noche sobre la ciudad.

Escrito por La caminante a las 3 de Marzo 2006 a las 02:25 AM | TrackBack
Comentarios

Coño!, he ido al cine con vosotros. Me ha faltado sólo ver las peliculas. Que bien descrito.

Escrito por elriver a las 3 de Marzo 2006 a las 02:46 AM

Precioso :*. Me ha encantado la crónica.

Escrito por RaveN a las 3 de Marzo 2006 a las 10:28 AM

Realmente hermoso. Gracias

Escrito por Luis Rull a las 3 de Marzo 2006 a las 01:42 PM

Una historia preciOsA, de esas que nos pasan todos los días al lado, sin que nos fijemos lo suficiente, ni en las estrellas, ni en los destellos ni en los colores...:)

Escrito por mOe:) a las 3 de Marzo 2006 a las 07:30 PM

Hola,
me consta que te gusta septiembre. Mira lo que dicen "Los enemigos".

¿Por qué estoy frío
si hoy hace calor?
Yo iba a ser un gran tío
todo un ganador
¿Será que no es lo mío
esta competición?
¿Por qué os reís tanto
delante de Dios
Delante de Dios

Lo he intentado
de corazón
Me hubiera encantado
lo sabes señor
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
Ninguna vocación

Ya es septiembre
y yo no voy a estar
en septiembre
En septiembre
No pienso vendimiar
en septiembre

Id a por el pan
que yo no voy a ir
y a por la leche
yo no voy a estar
Antes de que me echen
prefiero salir
aunque sea abriendo
la puerta de atrás
la puerta de atrás

Mientras los frailes
vayan a rezar
Mientras los bailes
Sean sin mi igual
yo besaré a la madre
besaré a la madre
besaré a la madre
que hoy me velará

Ya es septiembre...

Voy a estrenar
corbata hoy
Por fin haré algo de verdad
¡Qué feliz soy!

Ya es septiembre
Septiembre
Septiembre
Septiembre
mi último septiembre

Escrito por Jmi a las 6 de Marzo 2006 a las 10:02 PM

¡Magnífico post, caminante!

También yo tengo una historia cinematográfica, con un espectador inusual :-)

http://tamesis.blogalia.com/historias/37937

Un beso.

Escrito por la cocinera políglota a las 8 de Marzo 2006 a las 11:38 PM

Yo tambien tengo una niña de 12!

Escrito por mer a las 6 de Mayo 2006 a las 08:37 PM
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?