-Mamá, Cuatro es una cochina-
Cuatro, así se llama mi gata, está en celo, y cuando eso ocurre, se refriega con los muebles, levanta su cola y arquea el lomo ofreciendo su zona genital a algún ausente e incluso a nosotras mismas.
-Pobrecilla- le contesto y explico a mi hija, -Cuatro es un ser inocente-.
A María le cuesta identificar la inocencia con esa actitud lasciva de su gata, porque aunque gran parte de su educación proviene de mí, ella no es ajena a las consignas de esta sociedad.
Le insisto que aunque parezca contradictorio, no hay actitud más inocente que la de esa gata que no oculta su inquietud sexual.
-María, el cuerpo es inocente siempre. El pudor, la vergüenza, la lascivia, la lujuria, todas esas cosas residen en nuestra mente y muchas de ellas ni siquiera son reales, sino simples acuerdos o aceptaciones de los seres humanos. La naturaleza no tiene intención, ni mala ni buena.-
María me escucha y simplifica: -Mamá, tráele un novio a Cuatro-
A veces aprendemos mas de los niños, que ellos de nosotros.
Saludos.
Escrito por mICrO a las 21 de Octubre 2005 a las 02:11 PMEstoy totalmente de acuerdo.
Escrito por RaveN a las 21 de Octubre 2005 a las 06:19 PMNo estoy de acuerdo contigo en que el pudor, la vergüenza, etc. no sean reales. Son totalmente reales. Que sean una postura, una actitud, una manera de pensar, lo que quieras, no las hace menos reales que si fueran, por ejemplo, un órgano de nuestro cuerpo.
Por otra parte, tampoco es cierto que los animales, si tomamos a ellos por "la naturaleza", no presenten esas actitudes.
Cuando dices que "el cuerpo es inocente" parece que quieres decir que el cuerpo va por libre de nuestro propio ser... cuando, en realidad, lo que nos hace humanos es que tenemos conciencia de nostros mismos como una única unidad cuerpo-mente. Y, probablemente, los animales también la tienen, aunque en muchísima menor medida.
En este texto partes de una distinción entre lo real y lo no real, lo mental y lo físico, el cuerpo y lo demás, que está en realidad en la base de toda la represión sexual de la cultura occidental judeo-cristiana. No sé si queriendo enseñar a tu hija a ir más alla de esa represión estás sentando las bases e lo contrario. esa distinción entre cuerpo y mente como cosas distintas, entre lo real y lo no real, y luego implícitamente le dices que los instintos sexuales físicos son reales y lo otro son convenciones sociales... si yo fuera un niño, con una mente simple, y se me presentara esa situación tan disyuntiva, yo tendería a elegir por uno de los dos bandos, y reprimir al bando perdedor como "lo no real". Durante milenios la cultura judeo-cristiana nos ha dicho que nuestra parte física era la no-humana y la no-real, ¿apuestas tú ahora por que se la parte "mental" la no real? Yo apuesto porque no hay distinción entre lo "físico" y lo "mental"
Chapeau Caminante ;)
Escrito por Anna a las 22 de Octubre 2005 a las 07:25 PMA ver dos puntos:
- Al principio pensé que te había salido una niña neoliberal (perdón por la palabra) y se refería a Cuatro, el nuevo canal del Grupo Prisa.
- Segundo, a ver si eres tan anti-lascivia, cuando la niña tenga 17 años ;)
Saludos.
Escrito por Salva a las 22 de Octubre 2005 a las 11:22 PMLos niños se las pintan solos para abreviar y para darnos lecciones.
Búscale un novio.
Un abrazo
Escrito por Trini a las 23 de Octubre 2005 a las 06:57 PMY tiene razón.... ;)
Un beso :)
Yo también tengo gata y también tengo niño, eso que cuentas lo he vivido o mas bien lo vivo igual que tu, es maravilloso como llegan a interpretar las cosas los niños, y tantas y tantas veces sin saber que contestarles...
Escrito por Víctor a las 24 de Octubre 2005 a las 09:40 PMTiene toda la razón, tienes a la gata hecha una pobre desgraciada...:)
Escrito por mOe:) a las 25 de Octubre 2005 a las 08:14 PMPonle la vakuna kontra el celo xD o esterilízala, pobre bicho, ciao!
Escrito por Esther a las 7 de Mayo 2006 a las 04:15 PM