"...En el centro del paraíso había dos árboles: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de la vida era inmenso, frondoso y, según algunos santos padres, daba la inmortalidad. El árbol de la ciencia no se dice cómo era; probablemente sería mezquino y triste (...)"
El tío de Andrés pronuncia una ironía de esta frase mítica - y Dios, seguramente, añadió: Comed del árbol de la vida, sed bestias, sed cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no comáis del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a mejorar que os destruirá
Pío Baroja, El árbol de la ciencia
Delante de la Mezquita de Almanzor en Rabat he hablado de religiones con Ahmed. De alguna manera, llegamos a situarnos en el Génesis, cuando Dios expulsa a Adán y Eva del Paraiso (Le cuento que en mi país hay creyentes acérrimos que nunca han leído la Biblia, pero que esta agnóstica occidental sí se la ha leído y quizas por eso lo es). Mi amigo musulmán interpreta en ese episodio unicamente el desafío de lo humano a lo prohibido. Yo le digo que no es sólo eso, no es eso...
Dios no sólo prohibe, tambien explica. El árbol de la vida les dará eternidad e insconciencia, el árbol del bien y del mal les otorgará la ciencia y la muerte.
Dios no prohibió puesto que no impidió, Él advirtió. El puso lo arboles con sus consecuencias en el Paraiso y a dos criaturas semejantes a Él, a medirse con sus árboles, Lo organizó todo muy bien. A pesar de lo que decía Einstein,(con todo los respetos), esta es una perfecta tirada de dados. Intento explicar en la explanada de esa Mezquita que el Génesis insinúa en ese capítulo el dolor de la consciencia: nuestra condena no son los dolores del parto ni el sudor de nuestra frente, es la responsabilidad de saber. Pero tal que estoy recreando esa vieja historia caigo en la cuenta que Eva comió primero. El hombre no se condena por culpa de la mujer como siempre me han contado. Eva se condenó a si misma y el que venga detrás que arree. Quizás si Eva no hubiera comido, Adán estuviera pastando feliz en un prado. También se podría haber condenado Eva y Adán seguir siendo un virtuoso insconciente en el Paraíso Terrenal. Pero la cultura nos cuenta que el hombre pecó porque la mujer le tentó y no es cierto. Pecó la mujer y no la tentó la serpiente sino el mismo Dios que le dió demasiadas explicaciones. Luego vino Adán y con un primer acto de proselitismo en la Historia se la quedó "pa él pa siempre". Cuantas mentiras, y cuantas tensiones por estas medias verdades... Delante de esa Mezquita donde no me dejan entrar, me reafirmo en esa perplejidad que es el formato más asiduo de mi ánimo en mis últimos años
Quisiera poder tener tu mirada, aquella que traspasa un papel y llega a un alma, aquella que reflexiona sobre lo mas pronfundo en lo mas cotidiano, porque sin duda eres capaz de sacar sabiduria hasta del hueso de una aceituna.
Eres mucho y eres tanto que no hace falta decir nada para explicarlo.
Besos
Escrito por mICrO a las 13 de Diciembre 2004 a las 10:32 AM