"Cuando menos te los esperes, David, escribiré sobre tí en mi blog" Eso le dije a mi mejor amigo hace meses. Yo sé que el siente pudor con estas cosas, pero no me importa.. yo ya le avisé.
Tengo grandes amores y amistades en mi vida. Soy tremendamene afortunada en ese respecto y más en este momento donde selecciono yo. Pero tengo una especial debilidad y devoción por dos seres humanos: mi amiga Pepa y mi amigo David. La amistad es una buena cosa. Hoy en día me convence más que el amor. Yo amo a dos personas sin sentir necesidad ni dependencia por ellos. Simplemente celebro que existan y que coincidan con mi existencia. Uno de ellos es David.
Ví la primera vez a David en Madrid, en la Glorieta de Bilbao, creo que era. Entonces no tuve ni idea de cuanto le querría. Por aquellos tiempos vivía alguna historia pasajera y David aparecía vestido de azul, (de eso si estoy segura) tímido y distante. Horas más tarde, en un garito de Malasaña, tomaba una copa sentada en una banqueta en frente del servicio y pude observar que alguien estaba agrediendo a otro en el de caballeros. Una vez que avisé al grupo y se protegió debidamente al agredido comprobé que era David, el tímido de azul, sevillano como yo, el que había sufrido y repelido con gallardía la agresión de un desquiciado de la noche madrileña. Los indios dicen que te haces responsable por siempre de aquellos a los que salvas. Yo no me siento responsable de David, pero nuestra historia empezó aquella noche en la que el fue agredido y sólo yo lo vi. Otra noche fue al revés, pocos meses después. Otra noche en Triana, Sevilla, volvía llorando y sintiéndome morir a mi casa y me lo encontré en la puerta, tendiéndome la mano. Compramos una botella de vino y subimos. Desde ese momento y por siempre será mi hermano.
Desde entonces ha habido muchas botellas de vino y mucho tender de mano.
Hemos cerrado bares en la calle Betis, hemos bailado en sitios canallas, hemos visto amanecer muchas veces, he conducido su coche de madrugada, hemos cantado a grito en los semáforos, hemos atravesado montañas y bosques en el Camino de Santigo, hemos dormido en el suelo de una cocina con olor a cebolla, conocemos a nuestros hijos y a nuestro padres...
El es uno de los grandes regalos de mi vida.
Es un amigo.Tiene su vida y sus cirscuntancias. No siempre podemos estar juntos pero ni siquiera hace falta. Siempre veneraré su grandeza y abriré mis brazos a la belleza de su alma. Me siento afortunada de poder escribir esto, de poder sentirme unida a un ser humano que me fascina. David, sé que estas cosas te aturrullan pero me da igual porque tu sabes que soy muy cabrona. Entiendelo, te lo prometí...
Hola, ante todo.
¡Qué historia! Es genial. Parece que la has sacado de una pelicula de Almodovar. Tremenda.
A mi me pasó algo así una vez, aqui, en Malaga;
Paseaba yo con unos amigos(bueno, los chicos de mi grupo de musica) por Calle Larios y nos cruzamos con un grupo de gente y concretamente, una chica se me quedó mirando, muy fijamente, casi sin pestañear, casi sin respirar y yo, que me di cuenta (por que me doy cuenta de todo), la miré.
Dias más tarde (quizá un mes o dos) toqué con mi grupo en un garito bastante grande y apareció por la puerta una morena, alta, con los ojos verdes y muy guapa...¿a que no sabes quien era?. Si, la chica de calle Larios.
Aquella noche me escuchó cantar en primera fila y parecia que sabía todas las canciones y las cantaba a la vez que yo (aunque varias de ellas, son mias y nadie las ha oido nunca. Pero ella, las cantaba).
A partir de aquel dia, Carolina, no falta a ningun concierto ni falta tampoco en la inspiración de cada nueva canción.
Un beso fuerte.
Iván.
Escrito por Iván a las 28 de Noviembre 2004 a las 02:10 PMCuando uno lee cosas así se le encoje el alma, o quizas se expande, o puede que un poco de cada cosa porque no hay expresion para juntar tanto sentimiento.
Tu mereces amigos como esos y mucho mas :)
Besos y saludos para david si lee esto, aunque no se lo digamos mucho merece tanto ;)
Escrito por mICrO a las 29 de Noviembre 2004 a las 09:15 AM