De nuevo trabajo todo el verano. Hace cuatro o cinco años... ??? (he perdido la cuenta), a ver.. verano del 99.. este es el del 2004...Hace cinco años, exacto, hace cinco años no tuve vacaciones. Fué el verano en el que me separé. Necesitaba el dinero y pedí en mi empresa un contrato de verano. Entonces no era fija, era una contratada por obra. y pegué una obra con otra.
Aquel fue un verano feliz. Entonces se celebraban los Mundiales de Atletismo en Sevilla, aquellos en el que se colaron los pro etarras vestidos de peluche a mi Carlitos Herrera en la ceremonia de inauguración. Aquella noche estaba yo convalesciente de una jaqueca tensional en el apartamento de lujo que yo misma le había buscado a mi ex en nuestro propio barrio para que iniciara su reciente soltería. En aquellos entonces, en aras del mutuo acuerdo, el me prestó el apartamento que yo le busqué para alquilar mientra yo terminaba la mudanza en el piso que yo me busqué para comprar. El se fué a alguna playa con nuestra hija a olvidarme y yo me metí en su casa a terminar de alejarme de él. (ahora que lo pienso, yo tenía muy poca verguenza. Ahora lo siento..). Recuerdo aquella noche, la noche de una mañana el que yo había acabado paseando como un tigre por los pasillos de la empresa porque todo el estrés de quel momento de mi vida se alojó encima de una ceja, no recuerdo ahora si la derecha o la izquierda, pero una de las dos era, con la forma de una neuralgia aguda que el médico de la empresa remedió con una inyección de nolotil mezclado con valium y la recomendación de pasarme todo un fin de semana sin conducir, puesto que me había drogado literalmente para 48 horas. Ahora deduzco que era viernes, y dormí desde la una del mediodía hasta las nueve de la noche, de la noche de la inauguración de los Mundiales de Atletismo. Me depertó a las nueve el timbre del apartamento de marmol aclimatado, porque yo tenía y tengo un ex de nivel.... Eran mi hermana y su novio con litronas y el encargo de mi madre de que fueran a hacerme compañía. Que tontería pero aquella noche aclimatada, acarajotada, alitronada, atléticay saboteada, televisiva y nebulosa la recuerdo como algo muy divertido. Los tres delante del televisor, con tanto marmol, alucinando a causa de aquella inauguración y distintas sustancias....
Recuerdo, ese mismo verano que alguna tarde fui con mi reciente entonces ex a ver una secuela de "La guerra de las galaxias" y al salir del multicines, estaban los maratonianos del Mundial por las calles. Yo les gritaba sin recato palabras de ánimo que no entenderían porque eran de distintas nacionalidades y les jaleaba en el andaluz más coloquial . Esa fué, aquella tarde de verano urbano, el último momento que compartí con el padre de mi hija antes de que decidiera odiarme, hasta hoy...
El resto de aquel verano consistía en cajas de cartón repletas de libros que colocaba en las estanterías de mi piso recién comprado, semáforos vacíos por la mañana camino del trabajo y retumbar de las suelas en el pavimento de la calle cuando iba por la tarde a la única ferretería que no cerraba por vacaciones en busca de alcayatas. Fué un verano de más recuerdos, porque hay cosas que ocurren cuando menos las presupuestas, pero de ellas, ahora no quiero hablar...
De nuevo trabajo todo el verano. Hace cuatro o cinco años... ??? (he perdido la cuenta), a ver.. verano del 99.. este es el del 2004...Hace cinco años, exacto, hace cinco años no tuve vacaciones. Fué el verano en el que me separé. Necesitaba el dinero y pedí en mi empresa un contrato de verano. Entonces no era fija, era una contratada por obra. y pegué una obra con otra.
Aquel fue un verano feliz. Entonces se celebraban los Mundiales de Atletismo en Sevilla, aquellos en el que se colaron los pro etarras vestidos de peluche a mi Carlitos Herrera en la ceremonia de inauguración. Aquella noche estaba yo convalesciente de una jaqueca tensional en el apartamento de lujo que yo misma le había buscado a mi ex en nuestro propio barrio para que iniciara su reciente soltería. En aquellos entonces, en aras del mutuo acuerdo, el me prestó el apartamento que yo le busqué para alquilar mientra yo terminaba la mudanza en el piso que yo me busqué para comprar. El se fué a alguna playa con nuestra hija a olvidarme y yo me metí en su casa a terminar de alejarme de él. (ahora que lo pienso, yo tenía muy poca verguenza. Ahora lo siento..). Recuerdo aquella noche, la noche de una mañana el que yo había acabado paseando como un tigre por los pasillos de la empresa porque todo el estrés de quel momento de mi vida se alojó encima de una ceja, no recuerdo ahora si la derecha o la izquierda, pero una de las dos era, con la forma de una neuralgia aguda que el médico de la empresa remedió con una inyección de nolotil mezclado con valium y la recomendación de pasarme todo un fin de semana sin conducir, puesto que me había drogado literalmente para 48 horas. Ahora deduzco que era viernes, y dormí desde la una del mediodía hasta las nueve de la noche, de la noche de la inauguración de los Mundiales de Atletismo. Me depertó a las nueve el timbre del apartamento de marmol aclimatado, porque yo tenía y tengo un ex de nivel.... Eran mi hermana y su novio con litronas y el encargo de mi madre de que fueran a hacerme compañía. Que tontería pero aquella noche aclimatada, acarajotada, alitronada, atléticay saboteada, televisiva y nebulosa la recuerdo como algo muy divertido. Los tres delante del televisor, con tanto marmol, alucinando a causa de aquella inauguración y distintas sustancias....
Recuerdo, ese mismo verano que alguna tarde fui con mi reciente entonces ex a ver una secuela de "La guerra de las galaxias" y al salir del multicines, estaban los maratonianos del Mundial por las calles. Yo les gritaba sin recato palabras de ánimo que no entenderían porque eran de distintas nacionalidades y les jaleaba en el andaluz más coloquial . Esa fué, aquella tarde de verano urbano, el último momento que compartí con el padre de mi hija antes de que decidiera odiarme, hasta hoy...
El resto de aquel verano consistía en cajas de cartón repletas de libros que colocaba en las estanterías de mi piso recién comprado, semáforos vacíos por la mañana camino del trabajo y retumbar de las suelas en el pavimento de la calle cuando iba por la tarde a la única ferretería que no cerraba por vacaciones en busca de alcayatas. Fué un verano de más recuerdos, porque hay cosas que ocurren cuando menos las presupuestas, pero de ellas, ahora no quiero hablar...
De nuevo trabajo todo el verano. Hace cuatro o cinco años... ??? (he perdido la cuenta), a ver.. verano del 99.. este es el del 2004...Hace cinco años, exacto, hace cinco años no tuve vacaciones. Fué el verano en el que me separé. Necesitaba el dinero y pedí en mi empresa un contrato de verano. Entonces no era fija, era una contratada por obra. y pegué una obra con otra.
Aquel fue un verano feliz. Entonces se celebraban los Mundiales de Atletismo en Sevilla, aquellos en el que se colaron los pro etarras vestidos de peluche a mi Carlitos Herrera en la ceremonia de inauguración. Aquella noche estaba yo convalesciente de una jaqueca tensional en el apartamento de lujo que yo misma le había buscado a mi ex en nuestro propio barrio para que iniciara su reciente soltería. En aquellos entonces, en aras del mutuo acuerdo, el me prestó el apartamento que yo le busqué para alquilar mientra yo terminaba la mudanza en el piso que yo me busqué para comprar. El se fué a alguna playa con nuestra hija a olvidarme y yo me metí en su casa a terminar de alejarme de él. (ahora que lo pienso, yo tenía muy poca verguenza. Ahora lo siento..). Recuerdo aquella noche, la noche de una mañana el que yo había acabado paseando como un tigre por los pasillos de la empresa porque todo el estrés de quel momento de mi vida se alojó encima de una ceja, no recuerdo ahora si la derecha o la izquierda, pero una de las dos era, con la forma de una neuralgia aguda que el médico de la empresa remedió con una inyección de nolotil mezclado con valium y la recomendación de pasarme todo un fin de semana sin conducir, puesto que me había drogado literalmente para 48 horas. Ahora deduzco que era viernes, y dormí desde la una del mediodía hasta las nueve de la noche, de la noche de la inauguración de los Mundiales de Atletismo. Me depertó a las nueve el timbre del apartamento de marmol aclimatado, porque yo tenía y tengo un ex de nivel.... Eran mi hermana y su novio con litronas y el encargo de mi madre de que fueran a hacerme compañía. Que tontería pero aquella noche aclimatada, acarajotada, alitronada, atléticay saboteada, televisiva y nebulosa la recuerdo como algo muy divertido. Los tres delante del televisor, con tanto marmol, alucinando a causa de aquella inauguración y distintas sustancias....
Recuerdo, ese mismo verano que alguna tarde fui con mi reciente entonces ex a ver una secuela de "La guerra de las galaxias" y al salir del multicines, estaban los maratonianos del Mundial por las calles. Yo les gritaba sin recato palabras de ánimo que no entenderían porque eran de distintas nacionalidades y les jaleaba en el andaluz más coloquial . Esa fué, aquella tarde de verano urbano, el último momento que compartí con el padre de mi hija antes de que decidiera odiarme, hasta hoy...
El resto de aquel verano consistía en cajas de cartón repletas de libros que colocaba en las estanterías de mi piso recién comprado, semáforos vacíos por la mañana camino del trabajo y retumbar de las suelas en el pavimento de la calle cuando iba por la tarde a la única ferretería que no cerraba por vacaciones en busca de alcayatas. Fué un verano de más recuerdos, porque hay cosas que ocurren cuando menos las presupuestas, pero de ellas, ahora no quiero hablar...