Hace una semana que me compré varios libros en los que tenía interés, entre ellos el tan comentado "Código Da Vinci" Soy curiosa y soy periodista, en este orden y si se quiere, a la vez. "Bueno, vamos a leerlo.." No es la primera vez que me acerco a algo que habla de sociedades secretas ni de templarios, ni de el Santo Grial, ni de fábulas noveladas sobre él (Ay.. ¿Quien se acuerda ya de Peter Berling?).
Es más, el primero que me habló y me acercó a todo esto fue mi tío materno, el que me puso en mis manos una rara edición de algunos evangelios apócrifos cuando yo tenía sólo unos diecialgo años.. El mismo que trajo una noche de verano un telescopio gigantesco y me enseñó a mirar el cielo con nombres y con situaciones desde la azotea de la casa de verano de mis padres en el Aljarafe sevillano. Mi tío materno es médico y aunque es una persona de formación estrictamente científica; como muchos, paradógicamente en ese caso, tiene una cierta tendencia a lo heterodoxo.
Por otro lado amo la literatura desde que poco después de aprender a leer, una fiebres reumáticas me tuvieran casi un año condenada a no salir de la cama sino sólo para ir al baño. Yo tenía una vecina maestra de escuela y, creía entonces, que solterona. (Luego me enteré que era madre soltera inconfesa). Ella me trajo dos libros: "Los cuentos de los hermanos Grimn" y "Las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain. Durante meses fueron mi único mundo, ellos y mis viajes al baño, eran toda mi actividad mientra fuí una paralítica funcional por una afección que creo que hoy en día está superada. Tenía entonces siete u ocho años...
Regresando a este verano, quise compartir lo que todos disfrutaban. Así que me dispuse a empezar el "Código Da Vinci" sobre las arenas de Conil de la Frontera, provincia de Cádiz. Y allí, sobre esa misma arena, empecé los que creí que podría ser cuando menos un buen gúión de cine tal como me habían contado. Y estaba simpático... hasta que el autor me describió al personaje como un cuarentón que se podría identificar con Harrison Ford, hombre del que sabemos que hace muchos años que dejó atrás los cuarenta. Y me pregunté: ¿Todo lo que me va a explicar sobre la simbología y el paganismo reconvertido por la iglesia va a tener la misma presición?. Ojala hubiera sido sólo las tesis de lo que estuviera descontenta. La trama estaba siempre rozando lo inverosímil. Los personajes llegaban acuciados por una persecución a un banco y le pedía a una banquero, (¡ A un banquero!) su ayuda "desinteresada"... Por supuesto eran traicionados. Hay un mayordomo inglés que no tarda más de un capítulo en traicionarles. ¿Habrá mayor tópico? Si todo el mundo sabe que tratándose de ingleses, el malo siempre es el mayordomo. Pero continué.. y cuando ya no pude más es cuando aparece un texto según el libro en principio indescifrable y a que a simple vista a mi me pareció sólo un texto de caligrafía invertida. (Sólo había que observar la "y" griega", era fácil). Me voy al baño, compruebo que estoy en lo cierto y sigo leyendo. Dos especialistas en simbología y criptología y una agente de policía científica se tiran cuatro páginas para dislucidar si será una lengua arcaíca o un criptograma. Cuando llegaron a la conclusión de que era caligrafía invertida, tiré el libro y pensé: "me estan tomando por imbécil como lectora".
Es posible que alguien piense que estoy tirando el rollo de que veo mensajes cifrado a simple vista o que yo solo leo literatura elevada. Si fuera así no estaría escribiendo esto en este blog, porque el que lo lee no me conoce, y si por literatura elevada entendeis a Henry Miller, pues entonces, puede que si, que ese sea mi estilo. Lo que siento es necesidad de gritarle al mundo ¿Que está pasando que nos fascina esta mierda de libro? Todo lo que explica sobre el Santo Grial y el Priorato de Sión lleva varios años publicado. (Se puede buscar en el Google). Y lo que más me preocupa es que se tome como objeto publicitario uno de los hombres mas inteligentes y más rigurosos que nunca existieron en Occidente. Lo que más me duele y mi indigna es que el preclaro Leonardo, un hombre que nos invitaba a inspirarnos en las manchas de humedad de la pared , pero que sabía lo mismo como se costruía un edificio que como se creaba un artilugio para volar, quede para los devoradores de betseller como una mente entregada al secretismo. ¡Por Dios!
Hace una semana que me compré varios libros en los que tenía interés, entre ellos el tan comentado "Código Da Vinci" Soy curiosa y soy periodista, en este orden y si se quiere, a la vez. "Bueno, vamos a leerlo.." No es la primera vez que me acerco a algo que habla de sociedades secretas ni de templarios, ni de el Santo Grial, ni de fábulas noveladas sobre él (Ay.. ¿Quien se acuerda ya de Peter Berling?).
Es más, el primero que me habló y me acercó a todo esto fue mi tío materno, el que me puso en mis manos una rara edición de algunos evangelios apócrifos cuando yo tenía sólo unos diecialgo años.. El mismo que trajo una noche de verano un telescopio gigantesco y me enseñó a mirar el cielo con nombres y con situaciones desde la azotea de la casa de verano de mis padres en el Aljarafe sevillano. Mi tío materno es médico y aunque es una persona de formación estrictamente científica; como muchos, paradógicamente en ese caso, tiene una cierta tendencia a lo heterodoxo.
Por otro lado amo la literatura desde que poco después de aprender a leer, una fiebres reumáticas me tuvieran casi un año condenada a no salir de la cama sino sólo para ir al baño. Yo tenía una vecina maestra de escuela y, creía entonces, que solterona. (Luego me enteré que era madre soltera inconfesa). Ella me trajo dos libros: "Los cuentos de los hermanos Grimn" y "Las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain. Durante meses fueron mi único mundo, ellos y mis viajes al baño, eran toda mi actividad mientra fuí una paralítica funcional por una afección que creo que hoy en día está superada. Tenía entonces siete u ocho años...
Regresando a este verano, quise compartir lo que todos disfrutaban. Así que me dispuse a empezar el "Código Da Vinci" sobre las arenas de Conil de la Frontera, provincia de Cádiz. Y allí, sobre esa misma arena, empecé los que creí que podría ser cuando menos un buen gúión de cine tal como me habían contado. Y estaba simpático... hasta que el autor me describió al personaje como un cuarentón que se podría identificar con Harrison Ford, hombre del que sabemos que hace muchos años que dejó atrás los cuarenta. Y me pregunté: ¿Todo lo que me va a explicar sobre la simbología y el paganismo reconvertido por la iglesia va a tener la misma presición?. Ojala hubiera sido sólo las tesis de lo que estuviera descontenta. La trama estaba siempre rozando lo inverosímil. Los personajes llegaban acuciados por una persecución a un banco y le pedía a una banquero, (¡ A un banquero!) su ayuda "desinteresada"... Por supuesto eran traicionados. Hay un mayordomo inglés que no tarda más de un capítulo en traicionarles. ¿Habrá mayor tópico? Si todo el mundo sabe que tratándose de ingleses, el malo siempre es el mayordomo. Pero continué.. y cuando ya no pude más es cuando aparece un texto según el libro en principio indescifrable y a que a simple vista a mi me pareció sólo un texto de caligrafía invertida. (Sólo había que observar la "y" griega", era fácil). Me voy al baño, compruebo que estoy en lo cierto y sigo leyendo. Dos especialistas en simbología y criptología y una agente de policía científica se tiran cuatro páginas para dislucidar si será una lengua arcaíca o un criptograma. Cuando llegaron a la conclusión de que era caligrafía invertida, tiré el libro y pensé: "me estan tomando por imbécil como lectora".
Es posible que alguien piense que estoy tirando el rollo de que veo mensajes cifrado a simple vista o que yo solo leo literatura elevada. Si fuera así no estaría escribiendo esto en este blog, porque el que lo lee no me conoce, y si por literatura elevada entendeis a Henry Miller, pues entonces, puede que si, que ese sea mi estilo. Lo que siento es necesidad de gritarle al mundo ¿Que está pasando que nos fascina esta mierda de libro? Todo lo que explica sobre el Santo Grial y el Priorato de Sión lleva varios años publicado. (Se puede buscar en el Google). Y lo que más me preocupa es que se tome como objeto publicitario uno de los hombres mas inteligentes y más rigurosos que nunca existieron en Occidente. Lo que más me duele y mi indigna es que el preclaro Leonardo, un hombre que nos invitaba a inspirarnos en las manchas de humedad de la pared , pero que sabía lo mismo como se costruía un edificio que como se creaba un artilugio para volar, quede para los devoradores de betseller como una mente entregada al secretismo. ¡Por Dios!
Hace una semana que me compré varios libros en los que tenía interés, entre ellos el tan comentado "Código Da Vinci" Soy curiosa y soy periodista, en este orden y si se quiere, a la vez. "Bueno, vamos a leerlo.." No es la primera vez que me acerco a algo que habla de sociedades secretas ni de templarios, ni de el Santo Grial, ni de fábulas noveladas sobre él (Ay.. ¿Quien se acuerda ya de Peter Berling?).
Es más, el primero que me habló y me acercó a todo esto fue mi tío materno, el que me puso en mis manos una rara edición de algunos evangelios apócrifos cuando yo tenía sólo unos diecialgo años.. El mismo que trajo una noche de verano un telescopio gigantesco y me enseñó a mirar el cielo con nombres y con situaciones desde la azotea de la casa de verano de mis padres en el Aljarafe sevillano. Mi tío materno es médico y aunque es una persona de formación estrictamente científica; como muchos, paradógicamente en ese caso, tiene una cierta tendencia a lo heterodoxo.
Por otro lado amo la literatura desde que poco después de aprender a leer, una fiebres reumáticas me tuvieran casi un año condenada a no salir de la cama sino sólo para ir al baño. Yo tenía una vecina maestra de escuela y, creía entonces, que solterona. (Luego me enteré que era madre soltera inconfesa). Ella me trajo dos libros: "Los cuentos de los hermanos Grimn" y "Las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain. Durante meses fueron mi único mundo, ellos y mis viajes al baño, eran toda mi actividad mientra fuí una paralítica funcional por una afección que creo que hoy en día está superada. Tenía entonces siete u ocho años...
Regresando a este verano, quise compartir lo que todos disfrutaban. Así que me dispuse a empezar el "Código Da Vinci" sobre las arenas de Conil de la Frontera, provincia de Cádiz. Y allí, sobre esa misma arena, empecé los que creí que podría ser cuando menos un buen gúión de cine tal como me habían contado. Y estaba simpático... hasta que el autor me describió al personaje como un cuarentón que se podría identificar con Harrison Ford, hombre del que sabemos que hace muchos años que dejó atrás los cuarenta. Y me pregunté: ¿Todo lo que me va a explicar sobre la simbología y el paganismo reconvertido por la iglesia va a tener la misma presición?. Ojala hubiera sido sólo las tesis de lo que estuviera descontenta. La trama estaba siempre rozando lo inverosímil. Los personajes llegaban acuciados por una persecución a un banco y le pedía a una banquero, (¡ A un banquero!) su ayuda "desinteresada"... Por supuesto eran traicionados. Hay un mayordomo inglés que no tarda más de un capítulo en traicionarles. ¿Habrá mayor tópico? Si todo el mundo sabe que tratándose de ingleses, el malo siempre es el mayordomo. Pero continué.. y cuando ya no pude más es cuando aparece un texto según el libro en principio indescifrable y a que a simple vista a mi me pareció sólo un texto de caligrafía invertida. (Sólo había que observar la "y" griega", era fácil). Me voy al baño, compruebo que estoy en lo cierto y sigo leyendo. Dos especialistas en simbología y criptología y una agente de policía científica se tiran cuatro páginas para dislucidar si será una lengua arcaíca o un criptograma. Cuando llegaron a la conclusión de que era caligrafía invertida, tiré el libro y pensé: "me estan tomando por imbécil como lectora".
Es posible que alguien piense que estoy tirando el rollo de que veo mensajes cifrado a simple vista o que yo solo leo literatura elevada. Si fuera así no estaría escribiendo esto en este blog, porque el que lo lee no me conoce, y si por literatura elevada entendeis a Henry Miller, pues entonces, puede que si, que ese sea mi estilo. Lo que siento es necesidad de gritarle al mundo ¿Que está pasando que nos fascina esta mierda de libro? Todo lo que explica sobre el Santo Grial y el Priorato de Sión lleva varios años publicado. (Se puede buscar en el Google). Y lo que más me preocupa es que se tome como objeto publicitario uno de los hombres mas inteligentes y más rigurosos que nunca existieron en Occidente. Lo que más me duele y mi indigna es que el preclaro Leonardo, un hombre que nos invitaba a inspirarnos en las manchas de humedad de la pared , pero que sabía lo mismo como se costruía un edificio que como se creaba un artilugio para volar, quede para los devoradores de betseller como una mente entregada al secretismo. ¡Por Dios!