Hoy quiero hablar del futuro. Me apetece, ya que me está siempre acosando...
No voy a escribir sobre el futuro como para pasar a él con palabras que me garanticen posteridad , entre otras cosas porque no creo que pueda. Escribir por ejempo:
El futuro es el reverso de la hoja,
el próximo escalón, la línea del horizonte..
Yo tengo otro estilo para codearme con el futuro.
Ël no es siempre el mismo interlocutor.En la infancia era toda una puerta, la mayoría de las fechas estaban teñidas de futuro. Una se encaraba ante los recuentos del tiempo con las manos en jarra y delante de tanta fiesta de guardar y tanto examen de recuperación, le levantaba la barbilla al calendario.. ¿como se la levantaba..! Una semana era suficiente para recomenzar: ¡A mi los días...! Cuando el tiempo era lento, yo aprendí a creer en las oportunidades.
Luego el tiempo se atascó un poco, y no era su culpa, pobre.. Es que hay una etapa que nos aficionamos a los puertos y a los tiempos muertos. Es ahí donde cabe la crisis.
¿Qué sería del tiempo y el futuro sin una de ellas? No quieras preguntárselo, que te morderan con una buena , a destiempo o nó, pero con una.. Me consta que son especialistas.
Luego, hay idilio. El tiempo se sabe contar y el futuro apreciar. Te sorprende todo esto más débil y más cansado, pero más consciente. Es entonces cuando el futuro adopta sus armas de seducción y te dice que aún tienes una oportunidad y el tiempo se muestra como una amante ofrecida, con una buena profusión de secretos...
Entonces, sólo entonces, depende de tí, no de tu edad biológica, ni de tu éxito, ni de tu aspecto, ni de tu nivel, sino de tus santas ganas.
Y es cuando yo retomo mi master de barbillas alzadas y brazos en jarra, y me dirijo hacia el calendario.
... o el porvenir de tu pasado ...
Escrito por Jesuli a las 27 de Julio 2004 a las 02:08 AM