2 de Junio 2008

El láser de un puticlub

Dejé el libro de estadística en la mesa de plástico de la casa en obra. Afuera, los arboles movían su ramas vanidosas debajo de las farolas de hierro del jardín. Se había hecho de noche de momento, pero el cielo aún no era negro sino añil; y las nubes eran rosa oscuro, casi violeta, (porque el sol quedaba cerca, detras de ese arco de olivos leve del horizonte).
-¡Carmen mira esto, mira el cielo!-
Carmen vino desde dentro de la casa, y alguno de los tres dálmatas brincaba detrás de ella a su paso.
-Mira el color de las nubes, Carmen-
Ella mira las nubes conmigo y un círculo de luz barre el violeta y añil de cielo.
-¿Es el láser de una discoteca?- Pregunto.
-No, es el láser de un puticlub, uno que hay ahí en Coria-
Carmen vuelve a la casa y ahora son dos dálmatas los que brincan delante de sus pies, mientra un tercero observa desde los árboles y las farolas, con sus ojos mansos cercado de manchas negras una mujer que estira su cuello hacia el cielo violeta al que acaricia el láser de un puticlub.

Escrito por La caminante a las 2 de Junio 2008 a las 03:23 AM | TrackBack
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