De todo lo que dispongo, son los principios lo menos ventajoso. La mayoría de ellos no me son útiles, e incluso algunos me exponen persistentemente. Aún así, a la mayoría los conservo desde hace tiempo. De los que más he dudado, son los que más apego me causan. A medida que he renegado de algunos, adquirí la certeza de que nunca los perdería. Paulatinamente, voy dejando de discutir con ellos. Es su inutilidad lo que los hacen preciosos. Cada palmo de terreno que me hacen perder es la unidad de medida de mi libertad.
De todo lo que dispongo, son los principios lo menos ventajoso. La mayoría de ellos no me son útiles, e incluso algunos me exponen persistentemente. Aún así, a la mayoría los conservo desde hace tiempo. De los que más he dudado, son los que más apego me causan. A medida que he renegado de algunos, adquirí la certeza de que nunca los perdería. Paulatinamente, voy dejando de discutir con ellos. Es su inutilidad lo que los hacen preciosos. Cada palmo de terreno que me hacen perder es la unidad de medida de mi libertad.
De todo lo que dispongo, son los principios lo menos ventajoso. La mayoría de ellos no me son útiles, e incluso algunos me exponen persistentemente. Aún así, a la mayoría los conservo desde hace tiempo. De los que más he dudado, son los que más apego me causan. A medida que he renegado de algunos, adquirí la certeza de que nunca los perdería. Paulatinamente, voy dejando de discutir con ellos. Es su inutilidad lo que los hacen preciosos. Cada palmo de terreno que me hacen perder es la unidad de medida de mi libertad.
Escrito por La caminante a las 17 de Julio 2006 a las 08:12 PM | TrackBack