Quisiera tener tus palabras: no las mías, sino las tuyas.
A veces, quisiera hablarte, otras narrarte.
En ocasiones hablo para tí; y otras de tí.
Algunas veces te temo...otras te necesito.
Siempre te espero.
El pudor se interpone, algunas veces, entre tú y yo.
Hacia tí, me conducen la vocación y la necesidad:
como destino o como impulso..
que me dirigen... inevitablemente.
U ordeno letras, o dibujo ideas..
pero te busco.
O me atrevo o me pregunto,
una y otra vez, en cada línea...
si estás ahí, si era ésto o aquéllo,
lo que me hubieras encomendado.
Me pregunto..
si estas son tus palabras,
o son tus preguntas
o tus respuestas.
Aspiro a saber , alguna vez,
si ésta, la mía, consigue ser tu mano.
Yo, las mías, las pondría en tus manos, para que corrigieras mis desmanes, templaras mis azares y animaras mis intentos. Admiro tu escritura, encierra tanto que desea salir y se queda allá en el límite, creando la tensión en la lectura. Sigue, por favor, escribiendo. Es bueno leerte.
Escrito por Profesor Portillo a las 10 de Abril 2006 a las 03:44 AMufff!!.Escalofio es lo que he sentido mientras leia este post y su correspondiente comentario.Analizandolo poco a poco,tratando de encontrar pistas que me ayudaran a entender lo que esconden vuestras palabras.Como una detective que de manera furtiva es contratada por una mujer que pretende toparse con algun indicio que demuestre que su parido tiene otra relacion.Es divino lo que trasmite esta historia,me pregunto cual sera el final o simplemente en que momento se encuentra del principio...
Escrito por teresa a las 13 de Mayo 2006 a las 01:14 AM