6 de Diciembre 2005

El enfermo en la ventana.

Comíamos siempre en la cocina de mi madre, ella, mis hermanas y yo, además de alguna prima de vez en cuando. Durante un tiempo, hace algunos años, en el edificio de enfrente, podíamos ver a un joven que bebía café asomado a la ventana de su cuarto, vestido con pijama y batín . Tomaba café a las tres y media todos los días, una vez que hubiera terminado de comer. Nosotras le veíamos desde la cristalera de la cocina, día tras día, e intentábamos interpretar por qué estaba vestido así a esa hora. -"Se irá de juerga todas las noches"- decía mi hermana más joven. Mi prima creía que sencillamente era rico y no tenía que hacer nada por las mañanas. Yo opinaba que probablemente estudiaría de noche. -"Está enfermo y no puede salir a la calle. ¿No veis que tiene muy mala cara?"- decía mi madre.. Ciertamente el joven era pálido y habitualmente parecía sin afeitar, pero eso sería normal si por un motivo u otro llevaba una vida noctámbula.
Cada día, el muchacho tomaba su café ante la ventana y nosotras, desde nuestra cocina, le inventábamos una vida. Especulábamos sobre si tendría novia, si practicaría algún deporte, cuál sería su nombre, si sería feliz o no..
Mi madre insistía en afirmar que cada vez le observaba peor aspecto y que con toda seguridad era víctima de una temible enfermedad.
Un día dejamos de verle. Detrás de los cristales de su dormitorio divisamos los signos de una mudanza y nuestra imaginación continuó describiéndole un destino. -"Se ha casado"- decía mi hermana. -"Su familia se marcha al extranjero"-, -Se ha emancipado"-, decíamos las demás. -"Se ha muerto"-, determinaba, sin atisbo de duda, mi madre...
Algunas veces nos acordamos de aquel muchacho con su pijama y de algún día que nos devolvió la mirada de intriga, situación que produjo en nosotras un gran ataque de risa floja. De nuevo, nos volvemos a preguntar qué historia habría detrás de aquel hombre joven y pálido que tomaba, todos los días, café en su ventana. Nunca sabremos cuál sería su verdad ni que fabulación hubiera preferido.

Escrito por La caminante a las 6 de Diciembre 2005 a las 12:36 AM | TrackBack
Comentarios

Hola, caminante...
Por fin vuelves a escribir, nos tenías un poco abandonados a tus lectores. Espero que aquello que me contaste la última vez que hablamos se haya solucionado.

Sobre la historia del muchacho de la ventana, yo no creo que estuviera enfermo. Seguro que era un estudiante que, como yo, se quedaba por las madrugadas, y después de almorzar necesitaba un café antes de irse a clase.

Una pena que no llegaras a coincidir un día con él para averiguar algo de su vida... aunque, por otra parte, si hubieras descubierto el misterio, no tendríamos aquí esta historia...

Escrito por Laffer a las 6 de Diciembre 2005 a las 01:44 AM

Hola.

Escrito por j-vol a las 6 de Diciembre 2005 a las 02:11 AM

Y nos quedamos con las ganas de saber y un día lejano, se nos despliega el caso en la mente y vemos que aún nos permanece intacta la curiosidad.

Un abrazo.
Bienvenida

Escrito por Trini a las 6 de Diciembre 2005 a las 01:28 PM

Luego dirás que tus vecinas son cotillas...

Escrito por Wally Week a las 6 de Diciembre 2005 a las 08:19 PM

Yo aportaría la hipótesis del opositor con su taza de café que al fin concluyo su objetivo.

En la universidad yo tenía un amigo que nunca iba a clase ni estudiaba, solo vivía de noche y se levantaba a mediodía. Así estuvo 7 años. Cosas más raras se han visto.

Saludos.

Escrito por JF a las 7 de Diciembre 2005 a las 04:33 AM

Es curioso como en la imaginacion sobre otros a veces colocamos nuestros propios miedos o sueños, ¿verdad?

Besos

Escrito por mICrO a las 7 de Diciembre 2005 a las 11:15 AM

sueños, sueños son,
fantaseas porque sueñas....
te seguire leyendo
interesante
roberto

Escrito por roberto a las 7 de Diciembre 2005 a las 06:33 PM

Era una anuncio tridemensional de café y se fue porque terminó la campaña.

Escrito por fmop a las 8 de Diciembre 2005 a las 10:04 AM

Conozco personas que, como yo, disfrutan ideando, de vez en cuando, una realidad a partir de casi cualquier observación o escucha. Cuando estoy con ellas disfruto de las "películas" que realizamos. Cada cual tiene su tema preferido, una dramatiza, otra añade suspense e intriga y yo descontextualizo hasta generar una absurda situación que nos haga reir. Todo esto gratis y sin TV ni películas de EE.UU.

¡Me alegro de tu vuelta, caminante!.

Escrito por Cean a las 8 de Diciembre 2005 a las 04:47 PM

Para mi que las observaba a ustedes también y les ponía historias a sus vidas, posiblemente escribió un libro titulado "Las viejas que me miran en las mañanas"....no se, digo yo, saludos,


JD

Escrito por Dinobat a las 8 de Diciembre 2005 a las 06:13 PM

me ha gustado enormemente, precioso sin mas palabras.
roberto

Escrito por roberto pac a las 15 de Diciembre 2005 a las 10:59 PM
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