"Deux cafes noires. S'il vous plaît".
Es una pena que haya olvidado todo aquel francés que aprendí. No recuerdo las palabras, casi todas me vienen a la mente en inglés. Pero no debo pronunciar mal, porque siempre me contestan parrafadas como si creyeran de podría entenderles.
En la "rue d'Espagne" compramos queso, vino y pan; una "baguette ancianne" cubierta de una fina harina que nos tiznaba las manos y los pantalones. Y tomamos los dos cafés "noires".
Más allá del arco y la ciudadela de Saint Jean Pied de Port está la ruta que atravezaron Carlomagno y Napoleón. Dejamos a la izquierda la iglesia de Notre Dame y atravezamos el pequeño y hermoso puente sobre el río Nive.
A partir de entonces todo era ascender:
"En el país vasco hay en el camino de Santiago un monte muy alto que se llama Port de Cize, o porque allí se halla la puerta de España, o porque por dicho monte se transportan las cosas necesarias de una tierra a otra; y su subida tiene ocho millas y su bajada igualmente ocho. Su altura es tanta que parece tocar al cielo. Al que lo escala le parece que puede alcanzar el cielo con la mano"
Eso nos ha prometido Aymeric Picaud, el clérigo francés autor del primer libro de viajes sobre el Camino de Santiago, El Códice Calixtino: tocar el cielo con las manos..
Esa mañana en el Pirineo es transparente y fría. Es verde y ondulada, como una mar travieso.
Según se sube el aire se vuelve más opaco y frío. Algunas vacas se cruzan con nosotros, lentas y atónitas. Empieza a haber niebla.
Nos despiden los helechos con su verde furioso. Subimos hacia donde ellos no crecen.
Respiramos con vigor. Las manos están frías y las sienes arden. Las piernas cosquillean. El aire se enfría y espesa.
Entre la bruma aparece en una ladera una figura gigantesca y blanca, con una quietud imponente. Se nos ha aparecido la virgen: la Vierge dOrisson. Nunca ví mayor expresión de soledad que aquella grandiosa escultura en la ladera de un monte pirenaíco que te contempla pasar, siempre inmovil..
Julio Caro Baroja decía que los caminos antiguos son sienpre más bajos que los campos que atraviesan porque estan hechos sobre la trayectoria que busca el agua para bajar de la cumbre. Seguimos pues, la estrategia del agua.
La niebla es tan espesa que cuando avanzamos cruzamos entre cabras pirenáicas que sólo descubrimos cuando están a escasos centímetros de nuestras pantorrillas.
Paramos. Sobre una piedra nos sentamos y comemos. Queso de Brevis, pan y vino de Burdeos. El queso es tierno y ácido. Se puede partir con las manos.
Conversamos y concluímos que aquella bruma, que aquella niebla no son tales.
Estamos a a casi 1.500 metros de altitud sobre el nivel del mar. Estamos inmersos en una nube, en una gran nube de esas que se ven en el cielo las mañanas frías y transparentes. Me imaginé la nube que me rodeaba como una nube de algodón esponjosa que desde dentro yo veía como una gasa que empañaba mi mirada sobre laderas y valles. Mientras comía queso sentada en una piedra acaricié la bruma que me arrullaba.
La palabra de Aymeric Picaud estaba cumplida: tocábamos el cielo con nuestra manos.
Este no es uno de mis post preferidos, pero es el último, el que finaliza mi lectura-maratón de todo tu blog. Te descubrí hace unas semanas, leí algo, y decidí empezar desde el principio, desde tu principio en la blogosfera. Me encanta como escribes, y me encanta el punto de vista que escogiste para observar la vida. En general me han gustado todos, pero no dejé comentarios porque prefería seguir leyéndote, y al final de mi camino, he decidido dejar una huella para mostrar mi fascinación por tus escritos.
Espero que no me des demasiado tiempo para descansar.
BSS y un abrazo.
Escrito por 100%YO a las 20 de Agosto 2005 a las 02:50 AMQué buena noticia es que hayas vuelto!
Prometen tus relatos sobre el Camino... no dejes que se queden en el olvido y que la rutina sevillana nos haga quitar las ganas de contar todo lo bueno que tuvieron nuestras vacacines. A mi me pasó y Amsterdam se me queda ya taaaan lejos....
Un beso.
Escrito por danirmartin a las 20 de Agosto 2005 a las 07:14 PM¡Qué maravilla de viaje y qué bien lo cuentas!. Espero que tengas la determinación que te supongo y no nos dejes con la miel en los labios: sigue contando. Te espero. Me gusta la estrategia del agua.
Besos.
¿Queso ácido? Por las chanclas de Moisés, ¡Qué asco tan enorme!
Si vas a ir merodeando por esos andurriales, será mejor que no comas basura.
Brrrrdddeeeeghhhhhh
Escrito por Wally Week a las 21 de Agosto 2005 a las 01:50 PMPrecioso..¡tocar el cielo!
Escrito por j-vol a las 23 de Agosto 2005 a las 11:11 AMY yo lo he tocado con mis ojos leyendote.
Bienvenida.
Un beso
Escrito por Trini a las 24 de Agosto 2005 a las 01:45 PM