Me he dado un paseo por blogs que no conocía y he percibido en algunos mucho dolor, mucho desconcierto por presencias que no están y que algunos no se convencen en convertir en lo que son, ausencias.
Aprendí en esta vida a decir adiós, y aprendí también a enterrar a los muertos. Y cuando aprendí, me permití vivir y caminar, que es lo que hago. Pero no dejo de comprender esos duelos que no están resueltos y de interpretar el código de sus gemidos.
Si acaso a alguien le sirve de algo, les regalo este acto funebre que escribí alguna noche de hace algunos años. A cosas como estas debo mi alegría presente.

LOS MUERTOS

Aquellos ahora son muertos.
Nosotros, los de ahora, vivos
que los recuerdan.

No sé como serás ahora.
Yo no soy la misma de entonces.
Y aquella fue la que amó a aquel,
el que tú eras.

La de entonces no existe, solo es una huella en mí.
Aquel no será como era.
Aquellos se amaban pero ya no somos ellos.
¿Con qué frecuencia su pensamiento coinciden?
El recuerdo va perdiendo su energía,
como una estrella vieja.
Aquellos murieron,
tú cuando decidiste matarme,
yo cuando decidí morir.

Aquellos no somos ni tú ni yo
ni viven en ti o en mí,
Porque no viven.
Vivimos nosotros, que somos otros.
Ni tú ni yo somos aquellos.

Me he dado un paseo por blogs que no conocía y he percibido en algunos mucho dolor, mucho desconcierto por presencias que no están y que algunos no se convencen en convertir en lo que son, ausencias.
Aprendí en esta vida a decir adiós, y aprendí también a enterrar a los muertos. Y cuando aprendí, me permití vivir y caminar, que es lo que hago. Pero no dejo de comprender esos duelos que no están resueltos y de interpretar el código de sus gemidos.
Si acaso a alguien le sirve de algo, les regalo este acto funebre que escribí alguna noche de hace algunos años. A cosas como estas debo mi alegría presente.

LOS MUERTOS

Aquellos ahora son muertos.
Nosotros, los de ahora, vivos
que los recuerdan.

No sé como serás ahora.
Yo no soy la misma de entonces.
Y aquella fue la que amó a aquel,
el que tú eras.

La de entonces no existe, solo es una huella en mí.
Aquel no será como era.
Aquellos se amaban pero ya no somos ellos.
¿Con qué frecuencia su pensamiento coinciden?
El recuerdo va perdiendo su energía,
como una estrella vieja.
Aquellos murieron,
tú cuando decidiste matarme,
yo cuando decidí morir.

Aquellos no somos ni tú ni yo
ni viven en ti o en mí,
Porque no viven.
Vivimos nosotros, que somos otros.
Ni tú ni yo somos aquellos.

La caminante: Los muertos

11 de Mayo 2005

Los muertos

Me he dado un paseo por blogs que no conocía y he percibido en algunos mucho dolor, mucho desconcierto por presencias que no están y que algunos no se convencen en convertir en lo que son, ausencias.
Aprendí en esta vida a decir adiós, y aprendí también a enterrar a los muertos. Y cuando aprendí, me permití vivir y caminar, que es lo que hago. Pero no dejo de comprender esos duelos que no están resueltos y de interpretar el código de sus gemidos.
Si acaso a alguien le sirve de algo, les regalo este acto funebre que escribí alguna noche de hace algunos años. A cosas como estas debo mi alegría presente.

LOS MUERTOS

Aquellos ahora son muertos.
Nosotros, los de ahora, vivos
que los recuerdan.

No sé como serás ahora.
Yo no soy la misma de entonces.
Y aquella fue la que amó a aquel,
el que tú eras.

La de entonces no existe, solo es una huella en mí.
Aquel no será como era.
Aquellos se amaban pero ya no somos ellos.
¿Con qué frecuencia su pensamiento coinciden?
El recuerdo va perdiendo su energía,
como una estrella vieja.
Aquellos murieron,
tú cuando decidiste matarme,
yo cuando decidí morir.

Aquellos no somos ni tú ni yo
ni viven en ti o en mí,
Porque no viven.
Vivimos nosotros, que somos otros.
Ni tú ni yo somos aquellos.

Escrito por La caminante a las 11 de Mayo 2005 a las 09:56 PM | TrackBack
Comentarios

Me gustó el poema, y las sensaciones que transmites...
Estoy contigo, despues de caer, hay que levantarse y seguir...

Escrito por ideas a las 11 de Mayo 2005 a las 11:29 PM

El pasado te hace vivir malas pasadas, pero hay que seguir adelante para no hundirse en la palabrería, en la soledad que un@ crea por sí sól@.
Levantarse cada mañana y admirar el nuevo amanecer, con sus nuevos momentos que tienen que llegar.
Vivir no es fácil, hay que luchar. Lamentarse y hundirse sólo lleva a remover la mierda, lo cual hace que huela más.

Se me va la olla. Weno, lo dicho, a VIVIR y DISFRUTAR de lo que/quienes tenemos.

Escrito por khardaia a las 12 de Mayo 2005 a las 11:44 AM

Bello Poema Mercedes.
Hay que saber cerrar puertas, por muy dolorido que tengamos el corazón, porque hay penas que se enquistan y no nos dejan sanar jamás. Y hay un tiempo para todo, para cada alegría, para cada tristeza. Lo importante es saber levantarnos y caminar...

Besos

Escrito por Trini a las 12 de Mayo 2005 a las 12:36 PM

Hola niña, acabo de leerte, me ha encantado la idea, hay que dejar descansar a los muertos y seguir viviendo....Me ha gustado mucho conversar contigo y espero que volvamos a vernos

besitos élficos

Escrito por Arwen a las 13 de Mayo 2005 a las 10:08 AM

Este post le habría gustado a Mortimer.

Saludos.

Escrito por ecce homo a las 13 de Mayo 2005 a las 06:40 PM

la muerte siempre ha tenido un tope
en mi ser las personas queridas que se mueren no las entiendo en fin la muerte para mi es solo
un termino

Escrito por paolo triviani a las 30 de Enero 2009 a las 01:54 AM
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