Le he comprado unos parches para las ampollas en la farmacia y en en la terraza de la esquina, no sentamos para que yo se los ponga en los piés. Le hizo daño unos zapatos que se compró. Le dije que llevara siempre yodo sobre las heridas, y ella me dice que lo hizo pero que se le vá enseguida con el agua de la piscina de la abuela, y yo lo digo que no se meta entonces tanto en la piscina y ella me dice ponte guapa porque ya van a llegar y entre mis amigos tú tienes fama de guapa y de friki porque juegas a estrategia en internet y entonces me echa el pelo sobre los hombros mientras yo desde la silla metalica en la terraza en la que nadie viene a ofrecerme café, encorvada y renegando de lo de friki, le curo uno de sus píes.
Se aproximan dos adolescentes morenos por la calle y mi hija respinga en su silla metálica de terraza. Besos, breves frases, recomendaciones y el cosquilleo coqueto de mi pelo sobre los mis hombros que ella misma dispuso.
Venga que perdeis el tren y la dejo alejarse detrás de un beso apresurado con sus dos amigos. La observo unos minutos y al cabo de unos metros los brazos de mi hija y de uno de ellos se entrelazan la cintura y la joía ya no cojea tanto.
Adios, niña...
Te presto la mia este verano que aun se niega a crecer aunque ya tiene cuerpo de mujer y aun no lo es.
En cuanto han sabido que te venias dos dias a albacete se han puesto locos de contento. Laura tiene un bolso para regalarte. Dani me dice que no puede venir pero que le apetece mucho verte. Ha dudado en quedarse en Barcelona. Joer ya hace un año del viaje a Normandia. Y cuantas cosas han pasado desde entonces.
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Un beso que equivalesn a mil millones
Escrito por Foscardo a las 30 de Julio 2008 a las 01:45 AM