La caminante

Flores en vida

Si alguna vez me tuviera que ir de repente, me gustaría que supierais cuanto os amo. Me gustaría que supieráis que aunque no siempre lo puedo expresar, cada uno de vosotros, los que conozco, sois mis grandes acontecimientos. Quisiera que supierais cuánto me hicisteis crecer con vuestra presencia, (incluso y sobre todo, los que menos me quisisteis)
Quisiera que supierais que aprendí a mirar vuestros rostros con la ilusión de un reto. Que fuisteis mi laboratorio, mi casa, mi horizonte..
Que mis momentos con vosotros fue mi patrimonio. Que vuestras luces y vuestras sombras fueron mi guía, mis coordenadas. Que mi mente y mi corazón se interesaban siempre por vuestra silueta.
A veces os comprendí y otras no, pero sabed que siempre o dejé la puerta encajada por si queriais abrirla de par en par. Que cuando más rabia me causateis, mas de mí os dediqué.
Fuesteis mi días, mis látidos, la materia prima de mi existencia.
Si tuviera que irme de repente, que no me sorprendan las cosas sin hacer. Ojalá os haya besado a todos, haya reido y bebido con todos vosotros, haya pronunciado vuestro nombre propio, recreandolos en mi paladar.
Ojalá que en el momento de irme, haya pedido todos los perdones y dado todas las gracias.
Pido a Dios que no haya despiste para vuestros detalles, que no haya olvido nunca para vuestro rastro, hasta el último de mi días.
Si me tuviera que ir de repente, que haya escrito esto: que os quise, lo mismo cuando fué fácil que cuando fué difícil. Que os quise, a todos.. y mucho..